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Comunicación con Poder...y Punto

Presentaciones

¿MultiQué?

¿MultiQué?  Tantos programas, tantas posibilidades y tan poco tiempo para explorarlos a todos. Existe una amplia variedad de aplicaciones de software que le permiten a usted crear presentaciones con elementos de multimedia. Una podría permitirle hacer algo más que crear diapositivas y añadir efectos de movimiento a unos pocos elementos. Otra podría hacer que usted se adelante un poco más al dejarle incorporar clips de video y sonido. Todavía otra podría convertir a su computadora en un estudio completo de grabación, dándole a usted más capacidades que lo que realmente necesitan la mayoría de los dictantes.

A no ser que usted dedique su vida a producir presentaciones multimedia, comience con un programa que le ofrezca algo de apoyo de multimedia. Esos tipos de programas no son difíciles de conseguir, ya que la mayoría de las últimas versiones de los programas de presentaciones le permitirán incorporar elementos de multimedia. Es buena idea el que se busque una aplicación que le permita hacer todo el proceso de una manera fácil y libre de problemas, si es posible.

Un programa con opciones de multimedia limitadas es mucho mejor que un programa sumamente sofisticado, pues le podría tomar meses aprender a utilizarlo mínimamente.

Otro punto en la lista de posibilidades es la cantidad extraordinaria de opciones de video y audio digital. Existen colecciones comerciales (material recogido y digitalizado por una compañía comercial) que están disponibles en el Internet y en CD-ROM, y cada día aparecen nuevos materiales, Usted también puede utilizar materiales originales si obtiene los permisos de derecho de autor y copyright, pero éstos deben ser digitalizados antes de ser utilizados.

 

Se Oye o No se Oye

El audio puede ser utilizado solo o acompañado de animación y video. No importa cómo usted lo utilice, sus surtidores de audio pueden ser clips comerciales, material de voces grabadas y digitalizadas, y sonidos y música originales que usted haya digitalizado. Para evitar posibles problemas legales, nunca es buena idea grabar música publicada o música de la televisión, radio o cine.

Si usted tene tendencias musicales, podría ser posible que usted mismo cree sus propios efectos de sonido y clips de música, utilizando un teclado electrónico. Algunos modelos tienen accesorios para digitalizar el sonido inmediatamante.

 

Visiones de Encanto

Antes de que usted cree video para sus presentaciones o compre clips de video comerciales, verifique que tipo de formato de archivo acepta su aplicación de software de presentaciones. Haciendo esto le evitará verguenzas (por lo menos) o cambios costosos (por lo más) cuando llegue el momento de llegar a la porción de producción de su presentación.

Aparte del video digital, para añadirle interés visual a sus presentaciones, usted puede animar cuadros completos, elementos individuales en la pantalla como títulos y viñetas y hasta las gráficas estadísticas. Otra vez, es importante estar familiarizado con las capacidades de animación de su aplicación de software en particular, antes de planear utilizar alguno de estos elementos.

Explore la utilización de pinturas, dibujos, gráficas y otras herramientas de edición de imágenes. Usted podría crear los mismos efectos en su programa de presentaciones, pero estas herramientas son especializadas y podrían ser más rápidas y más fácil de usar para un efecto en particular. Ellas también abren un mundo de oportunidades para la expresión creativa de un pensamiento o idea.

Las cámaras digitales estáticas pueden ser utilizadas para capturar una serie de imágenes simples, que luego pueden ser colocadas en secuencia, dando el efecto de animación y ser utilizadas en una presentación. Haga que los cambios entre las fotos estáticas que vaya tomando sean suficientemente sutilies y córralos en una secuencia lo suficientemente rápida como para dar la sensación de una mini película de cine.

Otra opción más costosa, es utilizar una cámara de video digital para capturar video original en vivo. Estas cámaras son más caras que las cámaras de video tradicionales o analógicas, pero al utilizar las digitales, le evita el proceso de digitalización de las imágenes.

Complicaciones en el Paraiso

Complicaciones en el Paraiso  Las presentaciones multimedia incrementan mucho más la complejidad técnica de su proyecto porque hacen fuertes demandas de las capacidades de almacenamiento y velocidad de su computadora.

Por ejemplo, unos pocos minutos de video digital puede tomar 5 o más megabytes del espacio del disco duro. En comparación, el audio digital toma mucho menos espacio ya que un clip de audio similar en duración puede tomar 30 kilobytes de espacio de disco duro.

La calidad de estas presentaciones también está limitada por la calidad de algunas de las partes de la computadora que usted utilizará para su presentación. A no ser que usted tenga unas bocinas externas profesionales y una muy buena tarjeta de sonido dentro de la computadora, el sonido será tocado a través del sistema de bocinas interno de la computadora. Le puedo asegurar que el fabricante de la computadora no invirtió mucho en las bocinas internas.

Otro problema es la resolución de la pantalla, si ésta es pobre, le será difícil al auditorio apreciar los efectos de movimientos y los clips de video.

Si usted tiene que parar periódicamente durante la creación de su presentación para poder correrla, encontrará que ha excedido las capacidades de su computadora. Si un clip de video corre muy lento o el sonido suena pobre, tendrá que actualizar su máquina o salir a comprar otra, más rápida.

Si la presentación va a ser utilizada en otras computadoras que no sea la suya, evítese problemas y diseñe una presentación que corra bien en una computadora más lenta. Puede que usted diseñe su presentación en una computadora rápida para ahorrar tiempo, luego ensaye en la computadora más lenta para identificar los problemas y eliminarlos antes de la presentación de la conferencia.

Multimedia: Actor Secundario

Multimedia: Actor Secundario

Piense en la muiltimedia como un actor secundario en cualquiera de sus presentaciones. Tan pronto la multimedia tome el papel estelar de la presentación, ahí mismo el auditorio perderá el hilo que le conecta al contenido y se concentrará en los efectos especiales. Utilice la multimedia para apoyar y embellecer su mensaje, no para llenar brechas en el contenido.

La multimedia debe ser utilizada para apoyar la función del ser humano, no para competir con él. Utilice escasamente los clips de video, ya que ellos, más que cualquier otro elemento pueden captar más la atención y competir con el dictante.

Los clips de audio son excelentes para captar la atención, establecer el humor y enfatizar, pero solo cuando son utilizados en dosis pequeñas. Trate de utilizar los efectos de sonido para reflejar el movimiento en la pantalla o para ayudar a mantener el paso en la presentación.

Usted necesitará sacar más tiempo para la planificación, organización y producción de una presentación multimedia que con una estática. Es vital que usted primero identifique sus puntos, luego organize, establezca prioridades y enfatice. Entonces seleccione los elementos de multimedia que apoyen su contenido. Conozca de antemano cuál será el papel a jugar de cada elemento y siempre sea usted el actor principal manteniendo el contenido de su presentación en el centro del escenario.

Preparación

Preparación

  "No hay excusa para hacer un discurso público a menos que se hayan preparado a conciencia ideas valiosas para presentar al auditorio."

Herbert V. Prochnow.

Preparar una conferencia no es solo investigar sobre el tema, leer libros y artículos relacionados o bajar información de la Internet. Para Dale Carnegie preparar una buena presentación significa reunir los pensamientos propios, las ideas propias, las convicciones propias, las necesidades propias. La preparación no es anotar algunas frases de la vida sobre el papel, no es aprenderse una serie de datos de memoria. De ningún modo. La verdadera preparación consiste en extraer algo de nosotros mismos, en reunir y ordenar nuestros propios pensamientos, en fomentar y nutrir nuestras propias convicciones y saber lo que vamos a decir.

Sin una adecuada preparación, únicamente los dotados de un especial talento lograrán sobrevivir. Con la preparación adecuada, cualquier persona que lo desee puede hablar bien en público.

En estos tiempos donde contamos con herramientas poderosas de ayuda, no podemos dejar que sea la tecnología que genere nuestro producto. Ella puede ayudarnos, sí, y mucho, pero debemos siempre imprimir nuestra propia personalidad en todo lo que hagamos.

La preparación de una buena presentación no exige que usted sea un profesional de la comunicación o pedagogía, con la sola preparación se puede lograr.

En la oratoria, como en todo arte, ciencia o disciplina, nada puede hacerse sin un trabajo perseverante que presupone un 90% de transpiración y un 10% de inspiración. Toda persona que, por la índole de su trabajo tiene que hablar en público, tiene la responsabilidad ética de hacer un esfuerzo para mejorar su capacidad de comunicación.

Lo que debe quedar claro es que la capacidad y destreza para hablar en público puede adquirirse.

Escoja el tema con mucho tiempo de anticipación, piense en él durante los ratos perdidos, medite, duerma pensando en él, sueñe, en fin, con él. Hable de su tema con los amigos y colegas. Conviértalo en motivo de conversación, haga todas las preguntas posibles con respecto a él.

Escriba en papel  todas las ideas y ejemplos que se le ocurran, no confíe en su memoria.

Los pensamientos, las sugestiones, los ejemplos, irán apareciendo en los más diversos momentos, mientras nos bañamos, en el entaponamiento oyendo a Jochy con el mismo golpe, mientras esperamos que nos sirvan la cena. Este es el método de todos los buenos dictantes o conferencistas.

Después de haber pensado espontáneamente durante algunos días, entonces inicie su investigación: bibliotecas, librerías, revistas, journals, Internet, entrevistas, periódicos, fotos, imágenes, gráficos, recursos, fuentes. Reúna mucho más material del que vaya a emplear, halle cien ideas y luego descarte noventa.

La manera de desarrollar el poder de reserva consiste en saber mucho más de cuanto podamos emplear; en tener un depósito repleto de información.

Piense en su presentación como si fuera un viaje, que tiene un inicio y un final. Decía Napoleón Bonaparte que el arte de la guerra es una ciencia en la que nada sale bien si previamente no se calcula y medita. Esta afirmación también es válida para el arte de hacer una buena presentación.

Una presentación es un viaje. El charlista, dictante o conferencista que no arranca de alguna parte, generalmente no llega a ninguna parte.

No se pueden dar reglas infalibles, rigurosas, sobre el ordenamiento de las ideas  y la construcción de todas las presentaciones.

Cada presentación tiene sus características particulares.

Pero en toda presentación es necesario que usted atraiga la atención y el interés del público y gane su confianza, diga lo que tiene que decir y motive su auditorio.

Haga cuantos borradores de su presentación sean necesarios. 

Si tiene dificultad en la pronunciación de alguna palabra en concreto, elimínela e introduzca otra que le resulte más cómoda. Hay un enorme número de palabras en nuestro idioma; tenga siempre a mano un diccionario de sinónimos. Medite, corrija, léaselo a otra persona, busque críticas y opiniones y cuando tenga el producto final apréndaselo de memoria, pero no palabra por palabra, sino el orden de las ideas, los conceptos y los planteamientos, y principalmente el mensaje que quiere dejar.

Lo más desagradable es que un presentador se pase todo el tiempo leyendo las diapositivas que está presentando. Se mantenga de espaldas al público. Los auditorios no soportan cosa semejante.

Mirar al público es absolutamente esencial. No se voltee para leer las diapositivas a no ser que quiera utilizar el puntero o mouse para señalar algo, si usted se voltea constantemente, se desentiende de su auditorio que  vive y respira alrededor de usted.

Incluso cuando tenga que voltearse para ver alguna palabra clave o señalar algo en la pantalla, procure suspender el contacto visual con el público tan solo breves momentos.

Recuerde que usted no esta leyendo un libro, artículo o discurso, esta haciendo una presentación, una conferencia. No es lo mismo la palabra hablada que la palabra escrita.

El hecho de establecer contacto visual con el auditorio no constituye ninguna garantía de una presentación inspirada. Pero con ello eliminará usted el mayor obstáculo que se opone a una presentación de éxito.

Mantendrá, por lo menos en parte, el interés del público porque no habrá cortado la línea vital de comunicación con él. Cuando miramos a nuestro auditorio, lo hacemos partícipe de nuestra presentación. Y además, mientras usted habla, el público tendrá la sensación de que las palabras le brotan del corazón.

Otra observación sobre el contacto visual: mientras habla, verá usted un público...una masa confusa e indefinible. Los que le escuchan se percatarán fácilmente de que usted está mirando sin ver. Elija unas cuantas personas en concreto. Hábleles directamente. Hay una mujer con un vestido rojo en la primera fila: al hablar, diríjase a ella. Fije la mirada en sus ojos. Al cabo de un momento, vuelva lentamente la cabeza hacia el otro lado. Un hombre gordo y calvo: mírele mientras desarrolla su tema, y así sucesivamente.

Cuando se habla directamente a una persona en concreto, el nerviosismo tiende a desaparecer porque de pronto estamos teniendo una conversación "de tú a tú"; lo cual es algo rutinario para usted, ¿verdad? Esta técnica solo se consigue manejar con naturalidad cuanto más hable en público.

Atráigase a su público acercándose a él.

Al hablar, piense que su auditorio lo componen amigos con los cuales comparte algo útil, valioso o, por lo menos, lo suficientemente interesante para absorber su atención durante unos momentos. Si lo consigue, habrá transmitido un mensaje  que será comprendido, conservado e incluso puesto en práctica.

La máxima aspiración de un buen dictante o presentador es la de crear un clima de armonía con el público.

Los franceses llaman a esto establecer un rapport, es decir, una especie de abrazo, una afectuosa cordialidad, un mutuo acercamiento, una cálida amistad que es garantía de afinidad y concordia entre las personas.

Cuando dicte una conferencia, hable CON el público y no AL público.

El contacto visual es el primer requisito de esa armonía. No me cansaré de repetirlo: Mientras menos se voltee usted a leer sus diapositivas, tanto mayor será ese indispensable contacto visual, que es la primera condición de la armonía con el público.

Es necesario interpretar el lenguaje corporal del auditorio y reaccionar en consecuencia. Si la expresión de la cara dice mucho sobre lo que una persona siente, también es importante la postura corporal que adoptan los oyentes.

Una persona inclinada hacia adelante manifiesta mayor interés que alguien que esté echado hacia atrás. Si observamos a alguien que parece aburrido o desinteresado, podemos dirigirle una pregunta directa que le permita expresar su pensamiento.

Pero si no contesta, no le demos más importancia y continuemos con la conferencia, pues la razón de ese aparente desinterés puede estar motivada por causas totalmente ajenas a nuestra intervención.

Debemos dirigirnos al auditorio que está ante nosotros, mirándoles a la cara y observando continuamente sus gestos, facciones y observando su lenguaje corporal.

Si observamos que el auditorio se relaja, se muestra poco interesado y si, en definitiva, parece aburrido, debemos emplear algunos recursos que relancen y faciliten nuestra comunicación con él.

En primer lugar, cambiando de posición, saliendo de detrás del atril, poniéndonos de pie, acercándonos al auditorio, etcétera.

También podemos recurrir a:

Utilizar ayudas visuales y no sólo para despertar el interés de la auditorio, sino como complemento de la intervención.

Hacer algo inesperado o introducir un toque de humor. Sin embargo, hemos de tener cuidado, pues la risa es contagiosa y una anécdota que puede mover a la sonrisa en un contacto personal, puede convertirse en una carcajada ante un auditorio numeroso, que luego será más difícil decir cosas más serias o importantes.

Pedir a la auditorio que participe. Con preguntas retóricas que deben contestarse los oyentes mismos, con preguntas que contestan uno o dos voluntarios o preguntas concretas a algún oyente, nombrándole personalmente.

Pedir al auditorio que haga algo concreto: calcular, comentar con el de al lado, pedir un voluntario para algo concreto, etcétera.

En algún caso, podemos citar a alguna persona poniendo su nombre al principio de la frase para prevenirle que estamos hablando con ella y que tiene libertad para aceptar la invitación.

No debemos sorprendernos en el caso de que no nos conteste.

En ese caso, continuaremos con nuestra conferencia.

No está demás incluir en la conferencia, si el auditorio no es muy grande, preguntas sobre la comprensión del contenido. Si éstas se producen, contestaremos brevemente y sin hacer mención a ningún punto que no hayamos tratado hasta ese momento.

Si se producen preguntas espontáneas de los oyentes, hemos de contestar sin vacilaciones, de forma escueta y procurando no alterar el contenido ni el ritmo de la conferencia. Si vemos que el número de preguntas aumenta y derivan en un debate, lo mejor es transferir la situación hacia el debate final y continuar con la conferencia.

Uno de los objetivos que persigue una conferencia ante un auditorio es convencer o persuadir a los asistentes en una determinada dirección. Pero, si el auditorio está de acuerdo con nosotros no hay necesidad de convencerlo. Por ello, es importante disponer favorablemente al auditorio desde el primer momento.

Nuestra presencia, nuestro semblante y las primeras palabras son decisivas en este intento. Si estamos ante un auditorio convencido, hemos de ser prudentes y no recrearnos en lo obvio o conocido.

Un exceso de celo, de explicación superficial o una palabra mal dicha puede desanimar a los oyentes ya convencidos. No debemos recrearnos en lo que le resulta obvio o es sobradamente conocido por todos los presentes.

Pero también hay un tope en la cantidad de información nueva que podemos transmitir al auditorio.

Una buena forma de comenzar una conferencia es persuadir al auditorio del motivo por el que deben escucharnos. Debemos demostrarle que la solución que ofrecemos podrá solventar el problema que tienen en ese momento.

Muchas veces la persuasión se logra dejando que los oyentes se convenzan a sí mismos de aceptar nuestro punto de vista. En todo este proceso de persuasión debemos tener en cuenta que el efecto de nuestras palabras se puede ver disminuido por un deficiente lenguaje corporal.

Si nuestras palabras dicen una cosa y los gestos lo contrario, el auditorio pensará que les estamos engañando. Las personas que se sienten a gusto unos con otros tienden a adoptar una postura similar y a cambiarla para adaptarse unos a otros.

Por muy apasionada que sea nuestra conferencia, si no hacemos nada más que hablar continuamente, no llegaremos a convencer a nuestros oyentes. Por ello, conviene programar algunas pausas para invitar a los oyentes a colaborar, aunque sólo sea con su pensamiento.

Si, finalizado la conferencia o en una interrupción, observamos que alguien no está convencido de nuestras palabras y vemos que quiere intervenir, debemos escucharle con atención.

Aunque sin permitir que nos distraiga la respuesta, el nerviosismo o la pregunta más o menos irritante del interlocutor.

Sin dejar de mirarle, debemos demostrarle con nuestros gestos, nuestro interés hacia su planteamiento.

Aseveraciones como comprendo, ya veo, etc. servirán para aumentar la sensación. Si el interlocutor demostrara escasa capacidad de palabra o excesivo apasionamiento, no debemos interrumpir nuestro silencio de oyente interesado y, menos aún, caer en la tentación de apuntarles las palabras que busca o terminar la oración por él.

El crédito, la credibilidad, es la mayor cualidad que puede proyectar un conferencista. Es necesario que le muestre al auditorio argumentos que estén basados en hechos reales; ponga muchos ejemplos prácticos para ilustrarlos, pero evitando las exageraciones.

Por otra parte, el auditorio sabe que un texto puede haber sido copiado de un libro o artículo, representando ideas de otro autor y no del presentador (lo cual en la mayoría de los casos es cierto) y tiende a dispensar una acogida más hospitalaria a lo que intuye como pensamientos del propio dictante que a las ideas de un autor desconocido.

Sus palabras, las palabras que le brotan del corazón y de su imaginación, son acogidas por unos oídos más receptivos.  Si despierta usted crédito, puede fallar en alguna parte de su presentación (pero no en muchas) y, sin embargo, terminar con la sensación de que el público le ha aprobado y está de acuerdo.

El crédito es más fácil de alcanzar cuando usted da la impresión de pensar por sí mismo y no ya de estar pronunciando palabras como un robot, cada vez que aparece un texto en una diapositiva.

Por esa razón es que debemos preparar nuestras diapositivas con el menor número de texto; utilizar palabras claves y cuando sea necesario esquemas resumidos de notas.

Lo esencial para presentar una conferencia con la ayuda de las diapositivas es un profundo conocimiento del tema que va a desarrollar. El dominio absoluto del tema es la más sólida armadura con que uno puede vestirse.

Al comenzar a hablar no consulte nunca sus notas o lea las primeras diapositivas. El principio de una presentación es el momento en que usted exhibe la sensación de espontaneidad, donde demuestra que su intervención no es ensayada (aunque lo haya hecho mil veces).

Si tiene que consultar sus notas o mirar su diapositiva para recordar algo detenga su conversación con el público, si no lo hace, irremediablemente leerá lo que está escrito y perderá naturalidad.

Después que consulte sus notas odiapositivas haga una pausa, vuelva a mirar  a su auditorio y hable directamente al público.

Cuando llegue al final de su presentación y vaya a emitir sus conclusiones no consulte nada.  Diga sus conclusiones o sus frases concluyentes mirando todo el tiempo al público.

Nunca permita que su material de apoyo se interponga entre usted y su auditorio. Procure que todos los presentes tengan la impresión de que le habla a cada uno individualmente.

Si nota en algún momento que su público pierde la atención, trate siempre de hacer algo para recuperarla. Para ello utilice variedad en sus palabras, en sus gestos, en sus movimientos y en sus diapositivas, pues es el condimento de toda presentación. 

Las presentaciones sin variedad son como un sancocho que aunque tenga todo tipo de carnes y víveres si el cocinero (presentador) no le pone sazón y muchas veces su corazón, no saben a nada. Estará claro que es un sancocho, pero no será un sancocho impactante, como aquel que la gente recuerda cada vez que se come uno.

Para poder lograr hacer una presentación con soltura, se tiene que preparar y practicar. La preparación y la práctica no pueden sustituirse por nada.

El mejor consejo que le puedo dar y lo mejor que usted puede hacer es la práctica. La práctica es fundamental e insustituible en este ámbito, ya que la capacidad de hablar se afirma y se desarrolla después de cada experiencia.

Conviene que usted participe en algún curso de oratoria. Pero un curso en sí mismo, sin ejercicios prácticos, de poco sirve, como de poco sirve limitarse a leer este libro.

Está harto demostrado, que no es posible adquirir y desarrollar la capacidad de hablar en público, sin el esfuerzo del aprendizaje práctico. El oficio de conferencista, como el que más, se aprende con la práctica.

Una técnica que utilizo con mucha frecuencia es grabar mi presentación y luego oírla y hacer que otros la oigan, de esa manera puedo encontrar muchos errores que cometo en la dicción y pronunciación de las palabras y construcción de las oraciones. En algunas ocasiones he ido más lejos, he grabado la presentación en cinta de video, que es lo ideal. Si usted no cuenta con recursos para hacer estas recomendaciones utilice un espejo hable frente a él y mírese, mejor aún, alquile o pida prestada una cámara de video.

Una vez que tenga lista su presentación, practíquela interiormente mientras va por la calle (Tenga cuidado, eventualmente le pueden gritar ¡Loco! o choca con un motoconchista o una voladora).

Vaya a algún lugar donde pueda estar solo, y repásela desde el principio hasta el final, con los gestos y el calor con que planea presentar su disertación. Imagine que el auditorio está frente a usted. Cuanto más ensayemos más cómodos nos sentiremos al llegar el momento de hablar.

Hago aquí tanta insistencia con la preparación, debido a que es un área de extrema vulnerabilidad en las conferencias científicas.

La familiaridad con su tema y la confianza en su investigación no son suficientes para dictar una conferencia impactante.

Esos factores pueden, de hecho, trabajar en contra de una buena presentación. Pueden producir una falsa creencia de seguridad, tomar poco cuidado en la preparación y permitirle creer que el auditorio lo aceptará así por así.

Usted ha sido invitado a hablar, debido a que alguien cree que usted tiene el conocimiento que puede ser compartido y asume que usted es un dictante competente para efectivamente comunicar dicha información.

Todos los principios de hablar en público, se aplican a las presentaciones científicas.

Aquellos dictantes que creen que sus credenciales y conocimientos sobre el tema niegan la necesidad de una adecuada preparación y el desarrollo de habilidades de hablar en público solo podrán transmitir parte de su mensaje. Si su conferencia no está bien preparada y usted no la presenta de una manera que gane y mantenga la atención del auditorio, mucho del conocimiento que usted espera compartir se perderá.

Una parte extremadamente importante para poder efectivamente comunicar lo que usted sabe, es preparar la conferencia  o presentación científica para satisfacer las necesidades del auditorio a su nivel de entendimiento.

El principal paso en la preparación de una conferencia a la que usted ha sido invitado es, entonces, conocer lo más posible sobre su auditorio como ya nos hemos referido en otros artículos. Esto es a menudo evidente, pero por si las dudas, pregunte.

¿Cuántas personas asistirán?

¿Son ellas expertas en su área?

¿Si hay una combinación de especialistas o expertos y no especialistas, Cuál es la proporción?

¿Si es un grupo de no especialistas, cuál es su edad y nivel educacional?

Es mucho más fácil hablar a un grupo formado únicamente por especialistas o no especialistas. Si el grupo es de expertos o especialistas en su campo, usted le hablará en su propio idioma y tendrá la oportunidad de cautivarlos y estimularlos con su conocimiento y entusiasmo.

Si es un grupo de no especialistas, usted todavía podrá cautivarlos y estimularlos, pero tendrá que ajustar el alcance y nivel de su material, el cual requerirá mucho más meditación y esfuerzo del que podría anticipar.

Generalmente cuando es necesario hablar a un  grupo mixto o combinado de expertos y no expertos (profesionales y estudiantes) surge un gran problema. Muchos miembros del auditorio que son expertos o profesionales se sentirán mal si usted hace una presentación a nivel básico, lo mismo sucedería si usted habla frente a un grupo de no expertos en un lenguaje que va más allá del nivel de comprensión del auditorio.

Lo mejor en esta situación donde nos encontramos con un auditorio mixto formado por expertos y no expertos, es tratar de acomodar ambos niveles de entendimiento con un compromiso cuidadosamente astuto del cual cada quien gana algo.

Una sugerencia útil sería el dedicar la mitad a dos tercios del tiempo a una introducción o resumen de su tema y dejar de último el material altamente técnico, científico o profesional. Los no expertos entenderán y aprenderán de la primera parte y los expertos se beneficiarán de la segunda parte. Los expertos también ganarán nuevas formas sobre como presentar a no expertos.

Otra forma útil es presentar el material más técnico y luego resumir con "en otras palabras..." o "por analogía..." y presentar el material en un lenguaje simple y sencillo. Estos resúmenes breves deben ser presentados a todo lo largo de la conferencia y lo suficientemente frecuentes para prevenir que aquellos que no comprendan la información técnica desvíen su atención.

Una vez se haya determinado el tema del que usted va a hablar es conveniente que usted determine con anticipación la fecha, hora y lugar de la conferencia y el tiempo de que dispone.

Pida siempre una confirmación por escrito y haga la anotación correspondiente en su agenda.

Al preparar su conferencia es importante que usted tenga claro como su conferencia encaja en el programa general del evento donde usted participa y la relación con los demás conferencistas.

Resulta bastante engorroso encontrarse en un congreso y oír al conferencista anterior a usted cubrir la mayoría del tema que usted ha preparado. O peor aún, ser participante de un panel y haber llevado la introducción del tema y resulta que lo que a usted le toca son el resumen y las conclusiones.

Estas son algunas preguntas sobre el programa científico que usted debe hacerse antes de iniciar la preparación de un tema:

  • ¿Está el programa enfocado en una sola disciplina o está designado para una vista del tema interdisciplinaria o multidisciplinaria?
  • ¿Habrán otras conferencias en temas similares o relacionados?
  • ¿En qué momento del programa se presentará su conferencia?
  • ¿Necesita enviar un resumen de su conferencia?
  • ¿Cuál es el tamaño y disposición del salón de conferencias?

Si usted es el primer conferencista en una serie de conferencias sobre temas relacionados, su presentación puede apropiadamente incluir definiciones, fundamentos históricos y otros materiales introductorios.

Si usted es el último dictante del programa, entonces, los resúmenes y conclusiones sería lo más apropiado. En el caso de que su ponencia se encuentre en el medio, es razonable asumir que antes de usted subir al podium, se habrán cubierto las partes introductorias, pero para estar seguro es mejor tener algunas notas que le ayuden a llenar algunas posibles brechas.

Como ya hemos mencionado en el, el mayor reto lo encuentra el charlista que tiene que presentar inmediatamente después del almuerzo, al final del día o al final del congreso 

Estos son momentos que requieren de un poco de teatro y una pizca de humor para captar y mantener la atención de los participantes. Pero por favor no se sobrepase.

Antes de empezar a realizar el esquema de su conferencia usted deberá decidir cual es su objetivo o propósito, el tema que desarrollará, el nivel apropiado de profundidad y la extensión de la información que usted estará presentando.

El propósito primario de una conferencia científica es informar o instruir. Usted podría también sutilmente persuadir y hasta entretener a su auditorio, pero no pierda de vista su propósito primario.

Su tema está definido dentro de la invitación a hablar y dentro del contexto del resto del programa.

La profundidad y extensión del contenido científico estarán determinados en gran parte por el perfil del auditorio y el tiempo que se le ha concedido y no por el dictante o el tema.

Muchos dictantes en el área científica a menudo cometen el error de no entender  que la comunicación efectiva requiere tanto del envío como de la recepción de la información.

Parte del trabajo del dictante es poner al auditorio en "modo de recibo". La fascinación de un buen dictante con el tema que discute es transmitida al auditorio y capta su interés para ganar su atención completa.

En la preparación de la conferencia es necesario hacerse algunas preguntas y al incorporar las respuestas en su presentación, esto le ayudará a darle vida al tema y hacer su conferencia memorable y valedera. Las preguntas son las siguientes:

  • ¿Por qué los otros colegas del auditorio estarán interesados?
  • ¿Cómo puedo generar interés y entusiasmo para mi tema en alguien que no tenga mi conocimiento y experiencia?
  • ¿Cómo podrían otras disciplinas o especialidades o mis colegas utilizar  esta información?
  • ¿Tengo alguna historia o anécdota de mi experiencia en la docencia o vida profesional relacionada con el tema que pudiera incluir para logra mayor énfasis, mayor interés o humor?

El sello de distinción de cualquier conferencia científica es la claridad. Para lograr la claridad, la conferencia tiene que estar bien organizada y estructurada lógicamente. Como ya hemos mencionado, debe tener una introducción, un cuerpo y una conclusión. Toda buena conferencia tiene que tener estas tres partes. Si no las tiene no es una buena presentación, tan simple como eso.

La apertura o introducción presenta el tema al auditorio. En su introducción usted le da al auditorio su agenda o los puntos principales que va cubrir. ¿Por qué? Porque el público necesita algo así como un mapa.

Ese mapa les prepara para escuchar y establecer sus expectativas. Si tratan de adivinar de qué se trata la conferencia se confundirán y dejarán de escuchar. De manera que en su introducción usted establece el tono, le da a su auditorio una visión panorámica y ofrece un resumen de los puntos principales que cubrirá en el cuerpo de su presentación.

Una vez que el público sabe qué escuchará en su conferencia, entonces es la hora de la carne o cuerpo de la presentación.

Aquí cada punto es elaborado individualmente. Le da detalles, desarrolla sus ideas y los refresca con humor, cuentos, anécdotas y ejemplos.

Ya cubiertos todos los puntos, tiene que llevar a su conferencia hacia un cierre memorable. De otra forma las palabras se quedarán en el aire. De manera que resuma, revise de nuevo los puntos principales y deje a los miembros de su auditorio con una acción a ejecutar. Termine con una afirmación poderosa de manera que su auditorio se vaya pensando sobre su mensaje.

Una analogía que me gusta mucho es comparar las tres partes de una conferencia con un Hamburger o Confeburger.

En un Confeburger la parte de arriba o tapa del pan es su introducción, la carne es el cuerpo de su conferencia y la parte de abajo o base del pan es su conclusión.

Si usted examina este hamburger detenidamente se dará cuenta que la carne es la más gruesa y apetitosa y tanto la tapa como la base del pan son del mismo tamaño balanceando de esa manera el sandwich.

Para hacer que su conferencia sea apetitosa necesita añadir algunas especias y condimentos. De otra forma la confeburger será sosa. De manera que en la carne de su confeburger añada:

Algunos hechos sabrosos.

  • Detalles estadísiticos humeantes.
  • Anécdotas apetitosas.
  • Metáforas que hagan la boca agua.
  • Una pizca de humor.

¡Delicioso! ¡Eh! Todo el mundo querrá una mordida. Ahora para hacer que su confeburguer sea visualmente apetitoso, usted podrá añadir algo de lechuga y tomates, o una rebanada de queso con un pepino, catsup, mayonesa y mostaza. Esto es lo que hacen las ayudas visuales o RGPs que utilizamos en nuestras presentaciones.

Las ayudas visuales hacen que su conferencia sea visualmente atractiva.

Ahora que ya le ha dado hambre, vaya a la nevera y prepárese un buen sandwich y luego regrese a leer más, ya que todos estos principios los vamos a poner en práctica más adelante.

Cómase este Confeburger!!!

Steve Jobs y su Estilo de Presentación

Steve Jobs y su Estilo de Presentación

Steven Paul Jobs ,conocido como Steve Jobs es un famoso empresario e informático de EE.UU, presidente de Apple Inc. y una de las más importantes figuras de la industria informática y del entretenimiento.

Junto al co-fundador de Apple, Steve Wozniak, Jobs ayudó a la popularización del computador personal a finales de los años 70.

A principio de los años 80, todavía en Apple, Jobs fue de los primeros en entrever el potencial comercial de los sistemas de Interfaz Gráfico de Usuario (GUI).

Después de tener problemas con la cúpula directiva de la empresa que el mismo fundó, Jobs fue despedido de Apple Computer en 1985, fundando la compañía NeXT posteriormente, la cual fue reabsorbida por la propia Apple Computer en 1997, donde Jobs es presidente desde entonces.

En la mayoría de los artículos, libros y post de blogs, sobre presentaciones siempre se presenta a Steve Jobs como uno de los individuos que mejor hace presentaciones ya que tiene un estilo muy peculiar de presentar.

Sus diapositivas, por ejemplo. son siempre simples, fabulosas y altamente visuales. Las utiliza de una manera suave, sin problemas y sin que se note la diferencia de una diapositiva a otra, avanzando todas sus diapositivas por sí mismo sin en ningún momento llamar la atención al hecho de que es él el que avanza las diapositivas.

Su estilo es informal y coloquial y sus visuales se encuentran en perfecta sincronización con sus palabras. Sus presentaciones están hechas sobre una estructura sólida lo cual le confiere a sus presentaciones un sentimiento de flujo fácil  como si nos estuviera hablando sobre un pequeño viaje.

Es amistoso, cómodo y confiado (lo que hace que su audiencia se sienta relajada), y exuda un nivel de pasión y entusiasmo lo cual es encantador sin producir cansancio. Todo parece automático y natural. Todo parece tan simple, que lo lleva a uno a pensar que para Steve esa es su naturaleza, que para él es una tarea muy fácil el utilizar su carisma personal para encantar a su público. Pero, cuidado, eso no es así. Aunque Steve Jobs es una figura carismática, no creo que el dar una presentación con soporte multimedia y hasta haciendo demostraciones en vivo, sea algo natural para nadie.

No, la razón del por qué  las presentaciones de Steve Jobs son tan buenas y tan encantadoras es debido a que él y su equipo se preparan y practican como locos para asegurarse de que ésta se vea "fácil".

 Cuando Steve está en el escenario en cierto sentido él es un artista. Y como cualquier artista, a través de la práctica y la experiencia, ha perfeccionado su "técnica" y "forma". Sin embargo, como todo artista entrenado, no se piensa en la técnica o en la forma, o aún en el fracaso o en el éxito mientras se actúa.

Una vez que durante nuestra actuación (presentación) empecemos a pensar en éxito o fracaso, inmediatamente se inicia la pérdida de nuestra concentración. Esto lo saben los grandes músicos y también los atletas.

Tenemos que dejar que nuestra presentación fluya inconscientemente, tan pronto comenzamos a pensar si los estamos haciendo bien o mal, comienza el fracaso, perdemos la concentración.

Esas presentaciones altamente anticipadas que hace Steve vienen con mucha presión par lograr hacerlas bien. Mucho está en juego en cada presentación y las expectativas son altas tanto dentro como fuera de la compañía Apple. Sin embargo, lo que hace a Steve tan efectivo en estas situaciones es que él es capaz de, en apariencia, olvidarse de la seriedad de la situación y "sólo actúa". Se ha cayado la mente y el hombre es libre de presentar . Como lo que está escrito en la imagen que inicia este artículo, "Las aguas están en movimiento pero la luna retiene su serenidad". La mente se mueve en respuesta a diez mil situaciones pero siempre se conserva la misma.

Necesitamos de la técnica y de una forma apropiada de presentar, y también tenemos que conocer "las reglas". Necesitamos practicar, y volver a practicar. Al poner el trabajo duro en la fase de preparación e internalizando el material podemos presentar nuestro arte - el arte de la presentación - en una forma que es más natural al obtener el estado mental apropiado que no es "mental".

A continuación algunas fotografías de una de las presentaciones  de Steve Jobs con comentarios nuestros.

3d

Aunque no nos gustan la gráficas 2D, éstas en 3D me parecen muy apropiadas, ¿Qué le parece?

Bullets

Aunque Steve muy raras veces utiliza viñetas (bullets), pero cuando sí lo hace éstas aparecen una a una a medida que él revisa sobre lo que tiene que decir del producto, pero fíjense algo aunque son viñetas, no parecen serlo pues no utiliza ningún tipo de icono para distinguirlas. Esos iconos o viñetas no son necesarios pues aquí pódemos ver claramente a cuatro elementos totalmente separados.

 

 Dell

"Miren ésta!!, creo que esta se puede mejorar". Dice Steve

Imac

"Pongan todo en uno y limpien el tollo"

 Fade

La pantalla vacía (sin imágenes) crea suspenso y anticipación

 

Nota: Esta ha sido una traducción libre de un post escrito
por Garr Reynolds en su Blog "Presentation Zen"

El artículo original se puede encontrar en http://www.presentationzen.com/presentationzen/2007/08/steve-jobs-and-.html

CURSO INTERNACIONAL: TERAPIA PULPAR EN DENTICIÓN PRIMARIA SE REALIZÓ CON ÉXITO

CURSO INTERNACIONAL: TERAPIA PULPAR EN DENTICIÓN PRIMARIA SE REALIZÓ CON ÉXITO

Gracias al convenio suscrito entre la Universidad Inca Garcilaso de la Vega y la Universidad Católica Santo Domingo de República Dominicana, se realizó el curso internacional: "Terapia Pulpar en Dentición Primaria", evento organizado por el Área de Segunda Especialización de la Facultad de Estomatología.

Este curso, que se otorgó de manera gratuita para toda la comunidad odontológica nacional, estuvo a cargo del Dr. Pedro Ricart, docente de la casa de estudios dominicana quien de manera brillante expuso la Terapia Pulpar desde sus fundamentos primigenios.

Asimismo, el galeno dominicano explicó las consideraciones previas que debe tener el especialista para realizar la práctica de la Terapia Pulpar en menores de edad considerando el manejo de medicamentos; la clasificación de los tratamientos a realizar; cómo tratar a pacientes de emergencia; la aplicación de la Técnica del Dique de Goma, entre otros.

Por su parte, el Director de la Área de Segunda Especialización, Dr. Mario Elías Podestá, resaltó el valor de este curso internacional, el mismo que tiene su origen en las políticas promovidas por el señor Rector Dr. Luis Cervantes Liñán y practicadas por el Decano de la Facultad, Mg. Juvenal Quiñones Moreno.

"Este tipo de cursos favorece el posicionamiento de nuestra Universidad en el contexto social porque estamos aplicando odontología del primer mundo" puntualizó.

Cabe resaltar que el Dr. Pedro Ricart, es fundador de la Primera Escuela de Graduados de Odontología de la Universidad Católica Santo Domingo en República Dominicana en donde dicta el Posgrado de Odontopediatría, asimismo es especialista en Odontopediatría por la Universidad de Pittsburgh - Estados Unidos.

La Declaración de Derechos de la Audiencia

La Declaración de Derechos de la Audiencia

¿Tiene la audiencia algún tipo de derechos?

¡Claro que sí!

  1. El derecho de saber cuál es el objetivo de mi presentación.
  2. El derecho de ver mis creenciales como dictante, saber si tengo la capacidad de hablar de lo que estoy hablando.
  3. El derecho de recibir algo valioso por atender a mi presentación.
  4. El derecho de pensar por un tiempo antes de tomar una decisión precipitada.
  5. El derecho de ser tratado con respeto cuando pregunta.
  6. El derecho a la honestidad cuando no sé la respuesta de su pregunta.
  7. El derecho de pararse e irse cuando mi presentación es mediocre.
  8. El derecho de saber con anticipación cuánto tiempo durará mi presentación.
  9. El derecho de que mi presentación comience y termine a tiempo.
  10. El derecho de recesos programados cada cierto tiempo y no basados en necesidades fisiológicas.
  11. El derecho de saber hacia dónde voy en mi presentación.
  12. El derecho de poder leer adecuadamente el texto de mis diapositivas sin necesidad de recurrir a binoculares.
  13. El derecho de que se le explique adecuadamente cuando presento algo complejo.
  14. El derecho de poder hacer preguntas cuando tenga alguna duda.
  15. El derecho de póder oírme desde el fondo del salón.
  16. El derecho de ver mi cara y no mi espalda cuando me dedico a leer lo que está en la diapositiva.
  17. El derecho de disfrutar mi humor cuando éste ayuda a enfatizar un punto, eliminar tensiones y lograr rapport.
  18. El derecho de sentirse satisfecho con lo que he presentado.

La lista de derechos de la audiencia es ilimitada, agrega los tuyos...y éxito en tu próxima presentación.

Voz, Respiración y Dicción

Voz, Respiración y Dicción Importancia de la Voz

 

Aún cuando usted tenga ideas claras y precisas acerca de lo que quiere decir, la comunicación verbal no se inicia hasta que usted, el emisor, se dispone a hablar frente al auditorio o grupo específico, que se prepara a escucharlo y que asume ante usted una actitud más o menos expectante.

 

Con mucha razón se habla de pronunciar una conferencia, un discurso o una charla. Es sin duda porque en esta fase de la comunicación está envuelto un aspecto físico y en cierta forma material, constítuido por la voz que se ha de emitir, lo que explica la importancia de una buena dicción.

 

42-17665039 - businessman talking

 

A su vez la voz depende en gran medida de que usted pueda respirar bien, lo cual ayudará no solo a atenuar o suprimir su nerviosismo, sino que le permitirá además disciplinar su voz, de manera que pueda variarla de intensidad, expresión y entonación a su antojo y al mismo tiempo que regular los ritmos y pausas, que son obligados en la comunicación oral.

 

Pero, ¿Puede usted mejorar su voz para que resulte más eficaz? La respuesta es necesariamente afirmativa, porque esto dependerá del conocimiento que tenga de la fisiología de la voz, los mecanismos de la palabra,  del ajuste que se haga de este conocimiento y de los ejercicios que conducirán a dicho resultado.

 

La Respiración y la Voz

 

Se sabe que no existe propiamente un mecanismo específico productor de la voz. La lengua, las cuerdas vocales, por ejemplo, aunque contribuyan a la formación de la voz, tienen otras funciones.

 

Por eso se afirma por el mismo hecho, de que hablar sea únicamente una función secundaria de estos órganos, ya que es necesario un programa para la educación de la voz, por cuanto cuando nacemos ya sabemos respirar, en cambio tenemos que aprender a hablar.

Trataré de explicar de una manera sucinta y apartada lo más posible del lenguaje técnico, la emisión humana de la voz.

 

Esta está constituída esencialmente por:

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  • Los pulmones, que actúan a manera de fuelles.
  • La glotis, que es propiamente un vibrador.
  • La cavidad bucal y las fosas nasales, que son en realidad unos resonadores-amplificadores.

 

Los Fuelles

 

Dentro de la caja toráxica se encuentran los pulmones, colocados entre las clavículas por la parte superior, y el diafragma por la inferior.

 

Unos músculos hacen que las costillas se eleven y ensanchen cuando efectuamos una inspiración; mientras que cuando se espira, las costillas descienden y se contraen, elevándose el diafragma y saliendo el aire, de tal manera que solamente durante la espiración se emite el sonido que representa la palabra a través de la voz.

Cuando se habla en público es preciso poder inspirar aire muy rápidamente (sin ruido) y ser capaz de espirarlo durante veinte segundos o más. Es muy importante aprender a respirar en el habla.

 

El Vibrador

 

El aire comprimido de los pulmones recorre la tráquea y pasa a la laringe, que es una especie de caja situada en la parte superior de la primera y formada por un conjunto de cartílagos ligados entre sí, de modo que pueden moverse igual que las articulaciones de los huesos del brazo. En el interior de la laringe, extendida entre los cartílagos, se encuentran las cuerdas vocales, donde tiene origen la fonación.

 

En la emisión de la voz, o fonación, la glotis se abre y se cierra periódicamente con gran rapidez, bajo la acción antagonista de los músculos que la cierran y de la presión del aire aspirado que la obliga a abrirse. Los pequeños chorros de aire canalizados producen vibraciones sonoras. Cuanto más rápidamente vibren las cuerdas el sonido será más agudo; cuanto más fuertemente vibren será más intenso.

 

Los Resonadores-Amplificadores

 

Las cuerdas vocales por sí solas no emiten ningún sonido, por lo que necesitan de cavidades de resonancia, de igual manera que los instrumentos de cuerda requieren su correspondiente caja.

 

Ese sonido muy débil, apenas perceptible producido en la laringe por las cuerdas vocales, tiene que pasar por unas cámaras de aire situadas en la garganta y en la cabeza, que actúan como resonadores.

Esas cavidades de resonancia son: la parte superior de la laringe, la garganta o faringe, la boca y las fosas nasales.

 

Dichos resonadores por una parte, amplifican el sonido y por otra modifican el timbre, haciéndolo más rico o melodioso, o chillón, o semejante a un aullido.

 

En cada uno de los resonadores, ciertos sonidos que acompañan al fundamental, producen los "armónicos", surgiendo de la interacción de éstos, los diferentes timbres de las vocales.

 

La Importancia de la Articulación

 

El poder articular bien las palabras significa poder pronunciar correctamente cada una de las consonantes. Las vocales son sonidos producidos por la vibración de las cuerdas vocales, amplificadas por los resonadores de la faringe, la boca y la nariz, y no modificados de modo apreciable por los órganos de la articulación.

 

Para poder articular bien se requiere de agentes que sean capaces de modificar el sonido producido por el mecanismo de la voz; estos agentes son la lengua, los labios, los dientes, el maxilar, el paladar y el velo palatino. Estos agentes varían el tamaño y la forma de la cavidad bucal a través de su movimiento conjunto, logrando así la calidad de tono. 

 

Es importante tener en cuenta que la lengua es el órgano que contribuye de modo más importante en la claridad de los sonidos de las palabras porque, aunque la boca tenga la apertura necesaria, los sonidos producidos no pueden modularse si la lengua permanece inactiva o se mueve con torpeza. La diferencia de los sonidos de las vocales depende, en parte, de la posición que ocupa la lengua.

 

La formación de los sonidos de las consonantes es otra función de los órganos de la articulación.

 

Esos sonidos se logran con el cierre brusco, la apertura repentina y progresiva o cualquier otra interrupción del flujo que forman los sonidos de las vocales.

 

Con el manejo apropiado de este conjunto de órganos modificadores se logra la precisión y nitidez de la articulación.

Algunos sonidos consonantes, tales como d, z, ch, g y k, dependen del movimiento activo de la lengua.

Otros elementos importantes para lograr una pronunciación clara son los labios. Si éstos se dejan excesivamente relajados, el resultado es una serie de murmullos confusos, especialmente en la pronunciación de los sonidos p, m, b, y f, que exigen una enérgica acción de los labios. Cuando hable ante un micrófono trate de evitar el sonido excesivamente explosivo de las consonantes. Cuando no utilice el micrófono los labios deberán emplearse con mayor firmeza para darle mayor claridad y rotundidad a las palabras.

La articulación adecuada permite la debida comprensión de lo que se diga, lo cual constituye la única manera de mantener y desarrollar el interés del auditorio.

 

La articulación descuidada de las consonantes hace confusa la comprensión de las palabras.

 

Cualidades de la Articulación

 

Las más importantes o las que merecen una consideración más detenida son:

 

  • Claridad o Nitidez
  • Intensidad
  • Enfasis
  • Flexibilidad

 

Claridad o Nitidez

 

Esta es la primera cualidad de la articulación. Ha de lograrse por tanto una transparencia máxima, mediante la acción del maxilar inferior, lengua y labios. Únicamente con el empleo ágil  y enérgico de los músculos que mueven estos elementos es que obtendremos una dicción bien definida.

 

Generalmente, ciertos hábitos viciosos que no se han corregido a tiempo, son los causantes de una dicción imperfecta. Aunque algunos la atribuyen a nerviosismo del dictante, esto no es así, ya que la dicción defectuosa lo es también cuando no hay ningún motivo o estado emocional que justifique el estado de tensión propio del nerviosismo.

 

Es necesario para la persona que habla en público en dejar el tiempo suficiente para que cada sonido pueda ser articulado correctamente y pueda ser percibido con claridad. Es necesario hablar despacio para articular con claridad y una vez que uno haya logrado la flexibilidad necesaria del maxilar, la lengua y los labios, entonces va aumentando paulatinamente la velocidad pero manteniendo la calma para no amontonar los sonidos de las palabras.

 

Intensidad

 

El factor que en mayor grado afecta a la claridad es probablemente el nivel sonoro de las palabras, que depende a su vez, por una parte, de la distancia del dictante o emisor y el auditorio o receptor, y por otra parte, de la intensidad de los sonidos ambientales.

 

Una voz llega más lejos cuanto más intensa o más aguda es, porque en tal caso la frecuencia de las vibraciones es mayor. El conferencista, dictante u orador debe siempre asegurarse de que es escuchado por su público.

 

Por lo tanto, una de las responsabilidades básicas del dictante es hacer el uso más adecuado de su fuerza sonora, es decir, debe hablar con intensidad suficiente para ser oído por todo el auditorio.

 

Independientemente de la distancia que medie entre el emisor y el receptor y de los  ruidos ambientales presentes, hay formas de dar más sentido y más expresividad a la palabra, graduando, con diferentes matices la intensidad y volumen de la voz.

 

Si usted quiere dar la impresión de energía, aumentará la fuerza de su voz. Cuando uno habla en voz baja, da la impresión de no estar seguro de lo que está diciendo o que no cree en lo que afirma.

 

Muchas veces será necesario aumentar o disminuir la voz para atraer más la atención. Estos son recursos eficaces para despertar el interés si éste esta disminuyendo.

 

Enfasis

 

Dar sentido a lo que se dice, acentuar lo que tiene más interés, poner énfasis (lo que equivale al subrayado o la negrita en la escritura) en aquellas partes, palabras o frases, en las que el dictante quiere llamar la atención de los que escuchan, es fundamental en la transmisión oral de las ideas.

 

Muchas partes importantes de la conferencia pueden pasar desapercibidas por no tomar en cuenta este aspecto tan importante de la dicción.

 

El no valorar antes lo que es la médula del discurso, dónde ha de ponerse énfasis para que sobresalga la idea principal, hace difícil que entren con claridad en la mente del auditorio las ideas básicas del mensaje transmitido.

 

Es necesario enfatizar los puntos importantes, pero, ¡Cuidado! no se vaya de boca, pues si usted intenta destacar un punto más allá de su verdadero valor o importancia perderá credibilidad. La mejor práctica consiste en seleccionar las ideas realmente importantes, y apoyarse únicamente en ellas, con el énfasis que merecen.

 

Flexibilidad

 

Si usted habla monótonamente sin expresar los finos matices significativos y emocionales de los que depende una pronunciación exacta y agradable, aunque su discurso sea perfectamente claro, puede ser que deje en quien lo escucha, una nebulosa sensación, evitándose en cierto modo que el mensaje que usted quería transmitir llegue adecuadamente a su auditorio.

 

¿Cómo se puede hacer variar la voz para que el mensaje llegue al auditorio de una manera más completa y precisa? ¿Cómo hacer que las ideas centrales se destaquen sobre las demás?

Las respuestas a estas interrogantes, mis queridos amigos, la encontraremos en los próximos artículos.