Voz, Respiración y Dicción
Aún cuando usted tenga ideas claras y precisas acerca de lo que quiere decir, la comunicación verbal no se inicia hasta que usted, el emisor, se dispone a hablar frente al auditorio o grupo específico, que se prepara a escucharlo y que asume ante usted una actitud más o menos expectante.
Con mucha razón se habla de pronunciar una conferencia, un discurso o una charla. Es sin duda porque en esta fase de la comunicación está envuelto un aspecto físico y en cierta forma material, constítuido por la voz que se ha de emitir, lo que explica la importancia de una buena dicción.
A su vez la voz depende en gran medida de que usted pueda respirar bien, lo cual ayudará no solo a atenuar o suprimir su nerviosismo, sino que le permitirá además disciplinar su voz, de manera que pueda variarla de intensidad, expresión y entonación a su antojo y al mismo tiempo que regular los ritmos y pausas, que son obligados en la comunicación oral.
Pero, ¿Puede usted mejorar su voz para que resulte más eficaz? La respuesta es necesariamente afirmativa, porque esto dependerá del conocimiento que tenga de la fisiología de la voz, los mecanismos de la palabra, del ajuste que se haga de este conocimiento y de los ejercicios que conducirán a dicho resultado.
La Respiración y la Voz
Se sabe que no existe propiamente un mecanismo específico productor de la voz. La lengua, las cuerdas vocales, por ejemplo, aunque contribuyan a la formación de la voz, tienen otras funciones.
Por eso se afirma por el mismo hecho, de que hablar sea únicamente una función secundaria de estos órganos, ya que es necesario un programa para la educación de la voz, por cuanto cuando nacemos ya sabemos respirar, en cambio tenemos que aprender a hablar.
Trataré de explicar de una manera sucinta y apartada lo más posible del lenguaje técnico, la emisión humana de la voz.
Esta está constituída esencialmente por:
- Los pulmones, que actúan a manera de fuelles.
- La glotis, que es propiamente un vibrador.
- La cavidad bucal y las fosas nasales, que son en realidad unos resonadores-amplificadores.
Los Fuelles
Dentro de la caja toráxica se encuentran los pulmones, colocados entre las clavículas por la parte superior, y el diafragma por la inferior.
Unos músculos hacen que las costillas se eleven y ensanchen cuando efectuamos una inspiración; mientras que cuando se espira, las costillas descienden y se contraen, elevándose el diafragma y saliendo el aire, de tal manera que solamente durante la espiración se emite el sonido que representa la palabra a través de la voz.
Cuando se habla en público es preciso poder inspirar aire muy rápidamente (sin ruido) y ser capaz de espirarlo durante veinte segundos o más. Es muy importante aprender a respirar en el habla.
El Vibrador
El aire comprimido de los pulmones recorre la tráquea y pasa a la laringe, que es una especie de caja situada en la parte superior de la primera y formada por un conjunto de cartílagos ligados entre sí, de modo que pueden moverse igual que las articulaciones de los huesos del brazo. En el interior de la laringe, extendida entre los cartílagos, se encuentran las cuerdas vocales, donde tiene origen la fonación.
En la emisión de la voz, o fonación, la glotis se abre y se cierra periódicamente con gran rapidez, bajo la acción antagonista de los músculos que la cierran y de la presión del aire aspirado que la obliga a abrirse. Los pequeños chorros de aire canalizados producen vibraciones sonoras. Cuanto más rápidamente vibren las cuerdas el sonido será más agudo; cuanto más fuertemente vibren será más intenso.
Los Resonadores-Amplificadores
Las cuerdas vocales por sí solas no emiten ningún sonido, por lo que necesitan de cavidades de resonancia, de igual manera que los instrumentos de cuerda requieren su correspondiente caja.
Ese sonido muy débil, apenas perceptible producido en la laringe por las cuerdas vocales, tiene que pasar por unas cámaras de aire situadas en la garganta y en la cabeza, que actúan como resonadores.
Esas cavidades de resonancia son: la parte superior de la laringe, la garganta o faringe, la boca y las fosas nasales.
Dichos resonadores por una parte, amplifican el sonido y por otra modifican el timbre, haciéndolo más rico o melodioso, o chillón, o semejante a un aullido.
En cada uno de los resonadores, ciertos sonidos que acompañan al fundamental, producen los "armónicos", surgiendo de la interacción de éstos, los diferentes timbres de las vocales.
La Importancia de la Articulación
El poder articular bien las palabras significa poder pronunciar correctamente cada una de las consonantes. Las vocales son sonidos producidos por la vibración de las cuerdas vocales, amplificadas por los resonadores de la faringe, la boca y la nariz, y no modificados de modo apreciable por los órganos de la articulación.
Para poder articular bien se requiere de agentes que sean capaces de modificar el sonido producido por el mecanismo de la voz; estos agentes son la lengua, los labios, los dientes, el maxilar, el paladar y el velo palatino. Estos agentes varían el tamaño y la forma de la cavidad bucal a través de su movimiento conjunto, logrando así la calidad de tono.
Es importante tener en cuenta que la lengua es el órgano que contribuye de modo más importante en la claridad de los sonidos de las palabras porque, aunque la boca tenga la apertura necesaria, los sonidos producidos no pueden modularse si la lengua permanece inactiva o se mueve con torpeza. La diferencia de los sonidos de las vocales depende, en parte, de la posición que ocupa la lengua.
La formación de los sonidos de las consonantes es otra función de los órganos de la articulación.
Esos sonidos se logran con el cierre brusco, la apertura repentina y progresiva o cualquier otra interrupción del flujo que forman los sonidos de las vocales.
Con el manejo apropiado de este conjunto de órganos modificadores se logra la precisión y nitidez de la articulación.
Algunos sonidos consonantes, tales como d, z, ch, g y k, dependen del movimiento activo de la lengua.
Otros elementos importantes para lograr una pronunciación clara son los labios. Si éstos se dejan excesivamente relajados, el resultado es una serie de murmullos confusos, especialmente en la pronunciación de los sonidos p, m, b, y f, que exigen una enérgica acción de los labios. Cuando hable ante un micrófono trate de evitar el sonido excesivamente explosivo de las consonantes. Cuando no utilice el micrófono los labios deberán emplearse con mayor firmeza para darle mayor claridad y rotundidad a las palabras.
La articulación adecuada permite la debida comprensión de lo que se diga, lo cual constituye la única manera de mantener y desarrollar el interés del auditorio.
La articulación descuidada de las consonantes hace confusa la comprensión de las palabras.
Cualidades de la Articulación
Las más importantes o las que merecen una consideración más detenida son:
- Claridad o Nitidez
- Intensidad
- Enfasis
- Flexibilidad
Claridad o Nitidez
Esta es la primera cualidad de la articulación. Ha de lograrse por tanto una transparencia máxima, mediante la acción del maxilar inferior, lengua y labios. Únicamente con el empleo ágil y enérgico de los músculos que mueven estos elementos es que obtendremos una dicción bien definida.
Generalmente, ciertos hábitos viciosos que no se han corregido a tiempo, son los causantes de una dicción imperfecta. Aunque algunos la atribuyen a nerviosismo del dictante, esto no es así, ya que la dicción defectuosa lo es también cuando no hay ningún motivo o estado emocional que justifique el estado de tensión propio del nerviosismo.
Es necesario para la persona que habla en público en dejar el tiempo suficiente para que cada sonido pueda ser articulado correctamente y pueda ser percibido con claridad. Es necesario hablar despacio para articular con claridad y una vez que uno haya logrado la flexibilidad necesaria del maxilar, la lengua y los labios, entonces va aumentando paulatinamente la velocidad pero manteniendo la calma para no amontonar los sonidos de las palabras.
Intensidad
El factor que en mayor grado afecta a la claridad es probablemente el nivel sonoro de las palabras, que depende a su vez, por una parte, de la distancia del dictante o emisor y el auditorio o receptor, y por otra parte, de la intensidad de los sonidos ambientales.
Una voz llega más lejos cuanto más intensa o más aguda es, porque en tal caso la frecuencia de las vibraciones es mayor. El conferencista, dictante u orador debe siempre asegurarse de que es escuchado por su público.
Por lo tanto, una de las responsabilidades básicas del dictante es hacer el uso más adecuado de su fuerza sonora, es decir, debe hablar con intensidad suficiente para ser oído por todo el auditorio.
Independientemente de la distancia que medie entre el emisor y el receptor y de los ruidos ambientales presentes, hay formas de dar más sentido y más expresividad a la palabra, graduando, con diferentes matices la intensidad y volumen de la voz.
Si usted quiere dar la impresión de energía, aumentará la fuerza de su voz. Cuando uno habla en voz baja, da la impresión de no estar seguro de lo que está diciendo o que no cree en lo que afirma.
Muchas veces será necesario aumentar o disminuir la voz para atraer más la atención. Estos son recursos eficaces para despertar el interés si éste esta disminuyendo.
Enfasis
Dar sentido a lo que se dice, acentuar lo que tiene más interés, poner énfasis (lo que equivale al subrayado o la negrita en la escritura) en aquellas partes, palabras o frases, en las que el dictante quiere llamar la atención de los que escuchan, es fundamental en la transmisión oral de las ideas.
Muchas partes importantes de la conferencia pueden pasar desapercibidas por no tomar en cuenta este aspecto tan importante de la dicción.
El no valorar antes lo que es la médula del discurso, dónde ha de ponerse énfasis para que sobresalga la idea principal, hace difícil que entren con claridad en la mente del auditorio las ideas básicas del mensaje transmitido.
Es necesario enfatizar los puntos importantes, pero, ¡Cuidado! no se vaya de boca, pues si usted intenta destacar un punto más allá de su verdadero valor o importancia perderá credibilidad. La mejor práctica consiste en seleccionar las ideas realmente importantes, y apoyarse únicamente en ellas, con el énfasis que merecen.
Flexibilidad
Si usted habla monótonamente sin expresar los finos matices significativos y emocionales de los que depende una pronunciación exacta y agradable, aunque su discurso sea perfectamente claro, puede ser que deje en quien lo escucha, una nebulosa sensación, evitándose en cierto modo que el mensaje que usted quería transmitir llegue adecuadamente a su auditorio.
¿Cómo se puede hacer variar la voz para que el mensaje llegue al auditorio de una manera más completa y precisa? ¿Cómo hacer que las ideas centrales se destaquen sobre las demás?
Las respuestas a estas interrogantes, mis queridos amigos, la encontraremos en los próximos artículos.
14 comentarios
Raúl -
Ariel -
clases de canto , sino que es un proceso, como todo!
José -
Gracias, saludos
Yokayra de Labour Rodriguez -
marvin -
francisco gonzalez -
viky cepeda -
Antonio Mudarra -
jose carvajal -
gaby -
carla -
paola cerna lucio -
no arterias
ni nadaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!
ender castillo -
zuleinny -