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Comunicación con Poder...y Punto

La Capacidad de Hablar en Público ¿Es innata o adquirida?

La Capacidad de Hablar en Público ¿Es innata o adquirida?

Esta cuestión se discutía mucho en otros tiempos, hoy se considera una controversia no significativa. Son muy pocos los que sostienen que las cualidades de oratoria son innatas. O por el contrario, casi nadie afirma que se llega a serlo con el mero hecho de capacitarse para ello.

Existe un acuerdo bastante generalizado de que la capacidad de hablar en público es una combinación de lo innato y lo adquirido, es un don y es un logro.

Es un don, porque no se puede negar que ciertas cualidades o dones naturales, predisponen a determinadas personas a la oratoria o palabra pública: seguridad en sí mismos, rasgos más o menos simpáticos, el timbre o potencia de la voz, la prestancia del cuerpo, el aplomo o audacia y, sobre todo la vitalidad y el entusiasmo, son cualidades que ayudan a transformarse en un buen orador.

Por otro lado, si se adolece de graves deficiencias, sobre todo en la expresión verbal, difícilmente se puede lograr un pleno desarrollo en la capacidad de comunicación oral. Sin ninguna disposición innata no se puede llegar a ser un buen orador.

Y es un logro, porque  si bien ciertas cualidades son necesarias, no son por sí mismas suficientes: Hay que hacerse orador. En ninguna persona existen condiciones innatas para la oratoria solo sujetas a la maduración. Por muy destacadas que sean esas cualidades, siempre es necesario hacer un esfuerzo para prepararse.

Hablar bien en público tiene mucho de arte como también tiene de ciencia. Pero para llegar a ser un buen conferencista, hay dos condiciones fundamentales que pueden ayudar mucho, y son dos condiciones que están más allá de las técnicas de comunicación oral:

Tener personalidad madura,  activa y productiva, capaz de autoexpresarse.

Tener algo que decir acerca de un tema, con el cual se está compenetrado, mejor todavía, si se está implicado en él.

Luego hay que conseguir una forma de presentar aquello que se quiere transmitir; saber cómo decirlo y para ello hay que prepararse.

Diferencia entre Comunicación y Expresión

Diferencia entre Comunicación y Expresión

 No es lo mismo comunicación que expresión. Comunicarse bien es más difícil o por lo menos más complejo, que expresarse bien. Por otro lado una buena expresión puede no producir una buena comunicación. Expresar es manifestar los pensamientos, actitudes o sentimientos por medio de la palabra, de los gestos o de los comportamientos. Este término proviene del latín expressus que significa exprimido, salido. Ahora bien, esta idea de hacer salir no implica, necesariamente, que esa exteriorización sea captada o sea recibida por el otro o los otros.

Comunicar, en cambio, es siempre un enlace entre dos puntos, es tener correspondencia unas personas con otras. Es transmitir y recibir; la comunicación es siempre cosa de dos. Esta palabra proviene del latín comunicare que significa hacer común, compartir.Para que se dé un proceso de expresión, basta con que haya transmisión, sin que el emisor atienda las incidencias de la recepción; en cambio, para que se dé una comunicación debe existir además la recepción de lo que se transmite.

Por lo tanto aquí no me preocupo tanto  a enseñar a hablar con fluidez y buena sintaxis (saber expresarse), sino a proporcionar algunos elementos que sirvan para comunicarse ante un auditorio, mediante el uso de la palabra, el gesto y con el apoyo de ayudas visuales.

No cabe duda que, cuando mejor se expresa alguien, tanto mejor, sin embargo, el énfasis está puesto en el hecho de la comunicación.

Hablar en Público (otra vez)

Hablar en Público (otra vez)

"El cerebro humano comienza a trabajar desde el mismo momento en que nacemos y nunca para hasta que tenemos que hablar en público."

Sir George Jessel.

Toda persona que se ve en la necesidad de hacer una presentación de cualquier tipo, tiene que hablar en público.

Cuando las personas tienen que hablar en público generalmente manifiestan que lo que más le importa es, sobreponerse a su nerviosismo, aprender a pensar estando de pie y hablar con confianza y facilidad delante de cualquier auditorio. La mayoría de las personas, no importan cuan a menudo hablen en público, sienten cierta turbación momentos antes de comenzar, pero pocos segundos después, esa turbación desaparece. La tensión emocional siempre es positiva si no es excesiva. La adquisición del valor y de la confianza en sí mismo, y la facultad de discutir con calma y claridad mientras se habla a un auditorio, no presenta un décimo de la dificultad que la mayor parte de la gente supone. Para algunos, la presencia de un auditorio es un estímulo, una inspiración que obliga al cerebro a trabajar con mayor despejo y agudeza. Para otros, es motivo de ansiedad y nerviosismo. Es harto probado que lo único que puede ayudar a desvanecer el temor al auditorio y darnos por siempre valor y confianza en nosotros mismos es el adiestramiento y la práctica.

El primer método, el único método, el método que nunca falla para desarrollar la confianza en nosotros mismos cuando hablamos en público,  consiste en...hablar. Ya que el modo más seguro para aprender a nadar es lanzarse al agua.

¿Quién no tiene que hablar en público? Es muy difícil no tener que hacerlo alguna vez.

Imposible si se trata de una persona que tiene que hacer algún tipo de actividad social y profesional. De una manera general  se podría decir que para participar en la vida social hay que saber comunicarse. De esto resulta clara una cuestión: todos necesitamos aprender a hablar en público...y necesitamos hacerlo bien.

Bueno, si la mayoría de las personas tienen que hablar en público la pregunta obligada es ¿cómo aprender a hablar en público?

Para esto no existe una "receta" como en el arte culinario, pero sí algunas sugerencias que pueden ser de mucha utilidad.

Lo esencial, como mencionamos anteriormente, es aprender haciendo: ¡lanzarse al agua!

Por lo general la gente sabe "qué decir", el problema se plantea en relación al "cómo organizar las ideas y cómo decirlo". En ese sentido las técnicas de expresión y de comunicación sirven para potenciar la capacidad de transmitir bien lo que se sabe.Dicho de otra manera: de lo que se trata es de  "aprender a decir" lo que sabemos y esto implica el aprendizaje de habilidades específicas que aquí denominamos técnicas de comunicación oral.

El Estilo Oral. Concepto y Definición

El Estilo Oral. Concepto y Definición

Se puede decir que el estilo es la manera propia que cada uno tiene para expresar su pensamiento por medio de la escritura o de la palabra o la manera que cada uno tiene de crear expresiones para comunicar los pensamientos.

 

Las cualidades principales del estilo oral son las siguientes:

Claridad.

Concisión.

Coherencia.

Sencillez

Naturalidad.

Estas cualidades deben cumplirse porque para que el mensaje sea seguido y aprobado por los destinatarios, es necesario que sea comprendido, ya que a un oyente no le es permitido hacer lo que hace el lector de volver sobre el mismo texto, cuantas veces sea preciso.

Claridad

En términos generales claridad significa expresión al alcance de un hombre de cultura media, pero quiere decir además pensamiento diáfano, conceptos bien digeridos, exposición limpia, es decir, con sintaxis correcta y vocabulario o léxico al alcance de la mayoría.

Dicho en otras palabras, el estilo es claro, cuando el pensamiento del que emite el mensaje, penetra sin esfuerzo en la mente del receptor.

Cuando se habla sobre un tema que no es familiar, existe la tendencia a creer que las palabras que utilizamos son comprendidas por todos.

Claro está que cuando nos dirigimos a un auditorio especializado, disertando sobre un tema de su propia especialidad, esto no es aplicable, ya que los vocablos técnicos y científicos poseen un sentido preciso y limitado.

Si el nivel de cultura general así lo exige, se debe comenzar por explicar o definir los conceptos más complicados o especializados.

Otros elementos que deben evitarse para lograr mayor claridad en el mensaje son las cacofonías, confusiones y ambigüedades, empleando la menor cantidad de veces posible, las frases complejas, porque se corre el riesgo de que el oyente se vea arrastrado a la necesidad de unir el comienzo con el final, distrayéndose en definitiva la atención como resultado de este esfuerzo.

Debe tenerse en cuenta además, que una mayor intensidad de la voz, siempre que ello se produzca dentro de límites razonables, sirve a la claridad.

Concisión

La concisión resulta de utilizar solo palabras indispensables, justas y significativas para expresar lo que se quiere decir. Esto de ninguna manera quiere decir que por conciso se entienda un estilo lacónico, ultracondensado y demasiado breve, lo que se quiere decir es que la concisión es enemiga de la verborrea, de la redundancia, del titubeo expresivo, de las muletillas (eh..., este..., uh...), porque todo esto obstruye los canales de la comunicación y el mensaje no llega adecuadamente y en ocasiones hasta no llega al auditorio, receptor o destinatario. Se expresa lo que tiene valor real de comunicación, eliminándose todo lo que sea banal y vulgar, todo lo que pueda desagradar a un público por poco exigente que éste sea.  Para mí es absurdo abusar de la atención de un auditorio durante una hora, cuando el tema puede desarrollarse y agotarse en media hora.

Coherencia

Cuando se habla para un público, cuando se comunica oralmente, el orden  de las ideas ha de ser tal, que el oyente no se vea precisado a coordinarlas en su cerebro. Las relaciones entre las ideas expuestas deben ser lógicas, y las contradicciones, evitadas. Cuando el emisor, orador o conferencista esté expresando puntos de vista personales, debe prevenir a quienes les escuchan, si va a exponer seguidamente,  el punto de vista de otra persona, porque de lo contrario, inducirá a error y perturbará a su auditorio.

Sencillez

La sencillez es otra condición o cualidad del buen estilo en la comunicación oral, que se refiere tanto a la composición de lo que usted habla, como a las palabras que emplea. La sencillez es huir de lo enrevesado, artificioso y complicado.

Naturalidad

Usted es natural cuando se sirve de su propio vocabulario, de su habitual modo expresivo. Hablar con naturalidad es buscar que las palabras y las frases sean propias dentro de lo que el tema exige, sin afectación, ni rebuscamiento. No quiere decir que al hablar con naturalidad uno no hable elegantemente. Un buen orador podrá alcanzar las más altas cimas de la belleza, si sabe y puede conjugar lo natural con lo preciso, procurando siempre no abandonar la sencillez y exactitud.

 

La Comunicación

La Comunicación

"La capacidad para comunicar no se refiere a la perfección, sino a la relación" 

Anónimo.

 

Los elementos que integran la comunicación, cualquiera que sea la naturaleza de ésta, son los siguientes:

 

Emisor. El que dirige la acción por medio de la palabra.

 

Receptor. El que responde al diálogo, lo enriquece y lo aplica.

 

Mensaje. El conjunto de ideas o tema del que se dice algo.

 

Código. Sistema de signos, señales y reglas verbales, no verbales y visuales, comunes al emisor y al receptor.

 

Canal. Es el instrumento, método, técnica, estrategia o práctica que se emplea para presentar, integrar, discutir, crear, evaluar o solucionar temas comunes.

 

Contexto. Son las circunstancias históricas, culturales, éticas, científicas, recreativas o similares en las que se da el mensaje.

 

Retroalimentación. Es la interacción pragmática entre el emisor y el receptor, que permite conocer el alcance, efectividad y asimilación del conocimiento.

 

Ruido. Son los factores externos o problemas circunstanciales que afectan a los elementos anteriores.

 

Es tan esencial que en la comunicación existan estos elementos, que, cuando la misma falla por cualquier circunstancia, hay que atribuir la causa a deficiencias relacionadas con uno o más de ellos.

 

La habilidad de quien comunica no consiste, en dar órdenes al amparo de la posición o autoridad que se sostenga,  sino, en poner a los miembros del auditorio o destinatarios del mensaje, en condiciones de aceptarlas o cumplirlas, más por convicción y razonamiento, que por la jerarquía de quien las emite. Para poder lograr esto, es necesario controlar continuamente a los elementos de la comunicación, conociendo ante todo, al auditorio o receptores de las comunicaciones transmitidas, previendo y valorando las reacciones de éstos, para estar seguros no solamente de que el mensaje sea comprendido, sino que mediante él, se emprenderá la acción deseada.

Steve Jobs y su Estilo de Presentación

Steve Jobs y su Estilo de Presentación

Steven Paul Jobs ,conocido como Steve Jobs es un famoso empresario e informático de EE.UU, presidente de Apple Inc. y una de las más importantes figuras de la industria informática y del entretenimiento.

Junto al co-fundador de Apple, Steve Wozniak, Jobs ayudó a la popularización del computador personal a finales de los años 70.

A principio de los años 80, todavía en Apple, Jobs fue de los primeros en entrever el potencial comercial de los sistemas de Interfaz Gráfico de Usuario (GUI).

Después de tener problemas con la cúpula directiva de la empresa que el mismo fundó, Jobs fue despedido de Apple Computer en 1985, fundando la compañía NeXT posteriormente, la cual fue reabsorbida por la propia Apple Computer en 1997, donde Jobs es presidente desde entonces.

En la mayoría de los artículos, libros y post de blogs, sobre presentaciones siempre se presenta a Steve Jobs como uno de los individuos que mejor hace presentaciones ya que tiene un estilo muy peculiar de presentar.

Sus diapositivas, por ejemplo. son siempre simples, fabulosas y altamente visuales. Las utiliza de una manera suave, sin problemas y sin que se note la diferencia de una diapositiva a otra, avanzando todas sus diapositivas por sí mismo sin en ningún momento llamar la atención al hecho de que es él el que avanza las diapositivas.

Su estilo es informal y coloquial y sus visuales se encuentran en perfecta sincronización con sus palabras. Sus presentaciones están hechas sobre una estructura sólida lo cual le confiere a sus presentaciones un sentimiento de flujo fácil  como si nos estuviera hablando sobre un pequeño viaje.

Es amistoso, cómodo y confiado (lo que hace que su audiencia se sienta relajada), y exuda un nivel de pasión y entusiasmo lo cual es encantador sin producir cansancio. Todo parece automático y natural. Todo parece tan simple, que lo lleva a uno a pensar que para Steve esa es su naturaleza, que para él es una tarea muy fácil el utilizar su carisma personal para encantar a su público. Pero, cuidado, eso no es así. Aunque Steve Jobs es una figura carismática, no creo que el dar una presentación con soporte multimedia y hasta haciendo demostraciones en vivo, sea algo natural para nadie.

No, la razón del por qué  las presentaciones de Steve Jobs son tan buenas y tan encantadoras es debido a que él y su equipo se preparan y practican como locos para asegurarse de que ésta se vea "fácil".

 Cuando Steve está en el escenario en cierto sentido él es un artista. Y como cualquier artista, a través de la práctica y la experiencia, ha perfeccionado su "técnica" y "forma". Sin embargo, como todo artista entrenado, no se piensa en la técnica o en la forma, o aún en el fracaso o en el éxito mientras se actúa.

Una vez que durante nuestra actuación (presentación) empecemos a pensar en éxito o fracaso, inmediatamente se inicia la pérdida de nuestra concentración. Esto lo saben los grandes músicos y también los atletas.

Tenemos que dejar que nuestra presentación fluya inconscientemente, tan pronto comenzamos a pensar si los estamos haciendo bien o mal, comienza el fracaso, perdemos la concentración.

Esas presentaciones altamente anticipadas que hace Steve vienen con mucha presión par lograr hacerlas bien. Mucho está en juego en cada presentación y las expectativas son altas tanto dentro como fuera de la compañía Apple. Sin embargo, lo que hace a Steve tan efectivo en estas situaciones es que él es capaz de, en apariencia, olvidarse de la seriedad de la situación y "sólo actúa". Se ha cayado la mente y el hombre es libre de presentar . Como lo que está escrito en la imagen que inicia este artículo, "Las aguas están en movimiento pero la luna retiene su serenidad". La mente se mueve en respuesta a diez mil situaciones pero siempre se conserva la misma.

Necesitamos de la técnica y de una forma apropiada de presentar, y también tenemos que conocer "las reglas". Necesitamos practicar, y volver a practicar. Al poner el trabajo duro en la fase de preparación e internalizando el material podemos presentar nuestro arte - el arte de la presentación - en una forma que es más natural al obtener el estado mental apropiado que no es "mental".

A continuación algunas fotografías de una de las presentaciones  de Steve Jobs con comentarios nuestros.

3d

Aunque no nos gustan la gráficas 2D, éstas en 3D me parecen muy apropiadas, ¿Qué le parece?

Bullets

Aunque Steve muy raras veces utiliza viñetas (bullets), pero cuando sí lo hace éstas aparecen una a una a medida que él revisa sobre lo que tiene que decir del producto, pero fíjense algo aunque son viñetas, no parecen serlo pues no utiliza ningún tipo de icono para distinguirlas. Esos iconos o viñetas no son necesarios pues aquí pódemos ver claramente a cuatro elementos totalmente separados.

 

 Dell

"Miren ésta!!, creo que esta se puede mejorar". Dice Steve

Imac

"Pongan todo en uno y limpien el tollo"

 Fade

La pantalla vacía (sin imágenes) crea suspenso y anticipación

 

Nota: Esta ha sido una traducción libre de un post escrito
por Garr Reynolds en su Blog "Presentation Zen"

El artículo original se puede encontrar en http://www.presentationzen.com/presentationzen/2007/08/steve-jobs-and-.html

¿Cómo detengo a mis pensamientos negativos?

¿Cómo detengo a mis pensamientos negativos?

¿Cómo no tener pensamientos negativos? – Esta es una pregunta que me he hecho muchas veces. Si tú alguna vez te has hecho la misma pregunta, entonces tendrás un alivio enorme al saber la respuesta, debido a que es tan simple. "¿Cómo detengo a mis pensamientos negativos?" Plantando pensamientos positivos.
Cuando tú tratas de detener los pensamientos negativos, te estás concentrando en lo que tú no quieres – pensamientos negativos – y atraerás una abundancia de ellos. Nunca desaparecerán si te concentras en ellos. La parte de “detener” es irrelevante – realmente con lo que estás enfocado es con los pensamientos negativos. No importa si tratas de detener los pensamientos negativos o controlarlos o eliminarlos, el resultado es el mismo. Te concentras en los pensamientos negativos, y por la ley de la atracción estás invitando más de ellos hacia ti.
La verdad es siempre simple y siempre fácil. Para detener a los pensamientos negativos, sólo planta pensamientos positivos al hacer una rutina diaria el apreciar todas las cosas de tu día. Aprecia tu salud, tu carro, tu hogar, tu familia, tu trabajo, tus amigos, tu alrededor, tus comidas, tus mascotas y luego la belleza del día.
Elogia, alaba y dale gracias a Dios por todas las cosas. Cada vez que dices “Gracias Dios Mío“ ¡es un pensamiento positivo bueno! A medida que vas plantando más y más pensamientos positivos, los pensamientos negativos se borrarán, ¿Por qué? Porque te estás enfocando en pensamientos buenos, y en lo que te enfocas es lo que atraes.
De manera que no le prestes más atención a los pensamientos negativos. No te preocupes por ellos. Si algo viene, hazlo luz, encoge los hombros, y déjalos que sean tu recordatorio para deliberadamente pensar en más pensamientos buenos ahora.
Mientras más pensamientos buenos puedes plantar en un día, más rápidamente tu vida será totalmente transformada en todo bueno. Si pasas solo un día hablando de cosas buenas y diciendo en cada oportunidad que tengas "Gracias, Dios Mío", tu futuro será más completo, positivo y bueno.
El pensar deliberadamente sobre cosas buenas (pensamientos buenos) es exactamente plantando semillas. A medida que piensas positivo estás plantando semillas dentro de ti, y Dios transformará esas semillas en un jardín del paraíso. ¿Cómo aparecerá ese Jardín del Eden? ¡Como tu vida!

El Líder y Liderazgo (2)

El Líder y Liderazgo (2)

 

¿El líder nace o se hace?

Es una pregunta que surge siempre que se aborda el tema del liderazgo. La opinión generalizada es que hay líderes que nacen con capacidades innatas y hay otros que se van formando en su desarrollo profesional.

Las habilidades innatas favorecen el desarrollo del líder, pero a veces resulta más determinante la formación que uno va adquiriendo y la experiencia que va acumulando.

Hay técnicas de liderazgo, de toma de decisiones, de conducción de equipos, de motivación, de comunicación, etc. que el líder tiene que conocer y dominar.

Hay que señalar la importancia de asistir a seminarios sobre liderazgo, así como la lectura de libros sobre la materia. También es de gran utilidad conseguir un feed-back (retroalimentación) del grupo para ver qué se está haciendo bien y donde hay que mejorar. El ir asumiendo responsabilidades, tomando decisiones, solucionando problemas, haciendo frente a situaciones difíciles, permitirá ir forjando a un auténtico líder.

Por este motivo, no es bueno "sobreproteger" a las personas en su desarrollo humano y profesional. Es importante que desde pequeño vayan conociendo el valor del esfuerzo, que se vayan enfrentando a ciertas "dificultades", en definitiva, que aprendan a desenvolverse por la vida.

Hay que favorecer que los empleados vayan asumiendo competencias y que se vayan acostumbrando a enfrentarse a problemas. Se trata de irlos preparando para que en un futuro sean capaces de tomar las riendas de la organización.

La preparación y la experiencia son aspectos que hay que cuidar en la formación de toda persona y es conveniente empezar a hacerlo desde su juventud, para ir desarrollando sus capacidades de liderazgo.

Otro aspecto esencial para poder ejercer un buen liderazgo es conocer en profundidad el terreno en el que uno se mueve.

El líder de una empresa puede jugar un papel secundario en un club de tenis (por ejemplo) del que sea socio si sus conocimientos de este deporte, de cómo funciona su entorno, etc., son limitados.

No obstante, el líder no tiene porque ser un especialista en la materia, pero si tendrá que tener una formación sólida e integral, que le permita tener ideas muy claras y un conocimiento global de la actividad que desarrolla (sea ésta empresarial, deportiva, cultural, etc.).

El liderazgo se basa en un reconocimiento espontáneo por parte del resto del equipo, lo que exigirá dar la talla, estar a la altura de las circunstancias. Si el grupo detecta en él carencias significativas terminará por rechazarlo.

Los subordinados entienden que el líder no tiene por qué conocer hasta el último detalle de cada asunto (para eso están los expertos), pero sí esperan de él un conocimiento suficientemente sólido.