Las Conferencias
Las conferencias están compuestas por un grupo de elementos que sirven para reforzar la exposición de un tema, de manera que éstas sean intuitivas y atractivas. Tres factores fundamentales se combinan para poder realizar una conferencia, por un lado tenemos, la exposición viva y emotiva del presentador o dictante, el diseño adecuado del material de apoyo y por último los medios utilizados para proyectar ese material de apoyo.
Una conferencia impactante puede ser tan simple como la de aquel presentador que solo utiliza el pizarrón como material de apoyo. En el trasfondo de la cavidad de los epiplones de mi cerebro, tengo guardado el recuerdo de una de las presentaciones más impactantes a la que tenido la dicha de asistir. Esa presentación fue durante mis estudios de pregrado en la escuela de odontología de la UNPHU.
El presentador fue el Dr. Mairení Cabral, profesor de Anatomía de Cabeza y Cuello. La cátedra se iniciaba a las 7:00 a.m. Estábamos todos los estudiantes reunidos cuando el Dr. Cabral hizo su entrada. Sin mediar palabras, sacó su estuche de tizas de colores y, con la mano izquierda comenzó a dibujar el cráneo por su cara externa, con la derecha dibujaba al mismo tiempo el cráneo por su cara interna; si dibujaba el agujero occipital por su superficie externa con la mano izquierda, con la derecha lo hacía por su cara interna y al mismo tiempo iba describiendo las estructuras anatómicas que pasan por allí o cuales se relacionaban directamente con éstas.
Había que estar allí para vivir el espectáculo. ¡Ay, si hubiera tenido una computadora!
Uno de los errores más comunes que he notado en muchos colegas y estudiantes es tener la creencia de que las presentaciones para ser impactantes requieren de alta tecnología. No saben que la tecnología la tiene uno, en la computadora perfecta que es el cerebro humano. Son nuestras propias habilidades las que en realidad hacen nuestras presentaciones impactantes.
Hoy día usted puede preparar su presentación de dos maneras básicas: la manual y la computarizada. Pero independientemente de la forma en que usted prepare su presentación debe recordar siempre, que en ambas interviene invariablemente el ser humano. Usted debe mantener una perspectiva tangible sobre la tecnología apropiada. El mejor hardware o software del mundo no podrá de ninguna manera preparar la presentación por usted.
Tenemos que tener una mente humana, una mano humana y a veces una cara humana frente a la máquina. Véalo desde la perspectiva que nuestros antepasados probablemente tuvieron, cuando el bolígrafo y el lápiz reemplazaron la pluma de ave como instrumento de escritura. Los escribientes de finales del siglo XV debieron quedar maravillados cuando vieron lo que la imprenta podía hacer con su trabajo. Para ellos la fotocopia hubiera sido un milagro.
Somos afortunados al haber tenido muchos avances en las herramientas de comunicación con los sistemas binarios y la lógica Booleana, pero ninguna de estas herramientas por sí solas, podrá iniciar la comunicación, ni darle una interpretación exacta. No pierda de vista la importancia del ser humano. Tome ventaja de la tecnología disponible.
En los años que no contaba con la ayuda de las computadoras, recuerdo que preparaba mis diapositivas a mano. Tomaba una regla, una cartulina de color oscuro o un fondo (generalmente los pisos de mi consultorio) y colocaba letras de plástico o de madera alineados con la regla para producir las diapositivas de texto. Eso era aquí en el país, la República Dominicana, pues no contaba con un servicio donde me hiciera mis diapositivas porque o no existía o mi presupuesto era muy reducido. Cuando estudiaba en la Universidad de Pittsburgh los residentes contábamos con un departamento audiovisual con expertos diseñadores que hacían las diapositivas por nosotros, pero aun en esa época (1978) todavía la mayoría del trabajo era manual, aunque la universidad contaba ya con computadoras.
Las fotografías clínicas las tomaba con una camarita fotográfica Kodak Instatech (regalo de graduación de mi madre) que no era más que una cámara Instamatic a la cual se le adaptaban unos dispositivos con tres lentes de acercamiento, dependiendo de la toma que uno quería hacer; así había un dispositivo para tomas de la sonrisa, otro para retratar con mayor acercamiento, con la que lograba fotografiar dos o tres dientes. El tercer dispositivo era para tomas de cara completa de frente o de perfil. Era un sistema que no tenía complicaciones.
Con el tiempo fui mejorando, (así como también mi capacidad económica) me compré una máquina de escribir eléctrica IBM de bolita y escribía en un papel el texto que luego retrataba con película para slides (diapositivas), con la ayuda de un filtro amarillo y procesando la película como si fuera para impresiones normales, obtenía una diapositiva que tenía un fondo azul y las letras blancas que era ideal para diapositivas de texto.
Las fotografías clínicas las tomaba con una cámara Canon AE-1 de 35 mm., un lente macro de 100 mm., más una extensión de 25 mm. y un flash de anilla (ring-flash) con lo cual obtenía fotografías de alta calidad.
Debo mencionar que este fue un proceso lento, preparando diapositivas de texto con negativos de película de blanco y negro y luego dándole color con marcadores. Utilizando película profesional EchtaLite y otras, como la Kodaklite.
A mediados de los años 80 comenzó para mí la primera experiencia computacional, compré una computadora personal que me costó una ¿ganga? : pagarés de RD$2,184.50 mensuales por 36 meses. (Gracias, Pachey y Compañía Dominicana de Leasing) El costo final de esa computadora fue de RD$78,640.00 (cambio del dólar de la época: US$1.00 = RD$1.70, compare con los precios de ahora). Esa computadora tenía un procesador 286 y una tarjeta de video CGA que me permitía tener una paleta de 16 colores.
Preparaba las diapositivas de texto con el software de dibujo Dr. Genius que venía incluido con la compra del mouse y retrataba la pantalla para así obtener una copia dura para ser proyectada.
Es necesario que me detenga aquí sin dar más detalles técnicos de esa época, porque considero importante mencionar una agrupación que me formó, no solo en los aspectos tecnológicos de las presentaciones científicas, sino más importante, en los aspectos humanos.
Si estoy escribiendo esto, se lo debo a mis compañeros de esa agrupación. Esa institución que tiene hoy 34 años es el Grupo de Estudios Odontológicos, Inc., mejor conocido como el Geo. Allí aprendí todo cuanto sé con respecto a las conferencias, y como mencioné anteriormente, aprendí lo más importante sobre éstas, el aspecto humano.
Recuerdo los momentos que pasábamos juntos preparando diapositivas, no solo las propias sino también las de otros compañeros. La ayuda la recibíamos todos con la crítica constructiva y con lo esencial de una presentación impactante, la práctica.
El Geo se reúne cada quince días y allí se presenta un tema central por uno de los miembros o un invitado, casos clínicos, resúmenes de artículos de revistas profesionales, talleres, paneles, seminarios, y demás. Los miembros del Geo han participado como altos directivos en la organización de los congresos nacionales de Odontología en los últimos 30 años y han colaborado internacionalmente en múltiples congresos tanto como organizadores, como presentadores.
Como decía el Dr. Fernando Jacobo (Nando) el Geo es nuestra tribuna, nuestra escuela, donde los colegas compañeros no solo nos enriquecemos compartiendo el conocimiento científico, sino que también conjugábamos el verbo amistad en todos sus tiempos. Yo espero que las nuevas generaciones sepan apreciar nuestras luchas y mantengan en el Geo su esencia fundamental: un grupo de amigos que se reúnen para mejorar científicamente y mejor aun espiritualmente.
La tecnología es muy buena si sabemos utilizarla apropiadamente. Recuerde que una de las grandes ventajas del uso de las computadoras es que borra fácilmente y no deja marcas. Como los datos son más fáciles de adquirir y analizar, aumentan los peligros de presentar demasiada información en un tiempo corto, o utilizar palabras o información excesivas en las diapositivas.
Con los medios interactivos de multimedia usted puede producir presentaciones que combinan visuales, palabras, voces, y video. Con todos estos avances en la tecnología, las herramientas para la comunicación definitivamente han mejorado, pero los principios básicos se mantienen iguales a como eran cuando los escribientes con mucho cuidado copiaban con la ayuda de una pluma de ave la sabiduría de Hipócrates para preservarla y comunicarla a las nuevas generaciones.
Haga buen uso del teclado, del mouse, del software de presentaciones, pero no se deje llevar simplemente a lo que el programa quiere hacer. Un buen software siempre le permitirá que usted tome sus propias decisiones. Hágalo y no pierda de vista lo que los griegos y los chinos sabían cuando la historia era niña: La simplicidad y la claridad son esenciales para transmitir un mensaje.
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