Blogia
Comunicación con Poder...y Punto

Arte y Ciencia

Arte y Ciencia

La comunicación científica es esencial para ayudarnos a cuidar de nuestro planeta. Los investigadores que descubren las maravillas de la ciencia deben decirle a alguien sus hallazgos en términos concisos, claros y completos.  Para añadir a la fuente del conocimiento científico, los científicos deben sintetizar la información disponible, con lo que ellos descubren.

Si un científico se come las palabras o deja fuera puntos importantes, el mensaje se oscurece y el progreso de la ciencia sufre. En la comunicación clara no se requiere de un talento especial, ni de magia. Es simplemente una habilidad desarrollada para el intercambio de significados con palabras y otros símbolos. Los significados asociados con esos símbolos deben ser los mismos tanto para el emisor como para el receptor.  Pero tanto el dictante como su auditorio pueden manipular el significado, y siendo humanos, probablemente lo harán.  

La comunicación es el vehículo que trae al progreso, pero también trae disputas y paralización del progreso. Las brechas generacionales, guerras y prejuicios, al menos en parte, son el resultado de algo comunicado.  Por otro lado, los puentes entre las brechas generacionales, la paz y los entendimientos son también el resultado de la comunicación.  

En la comunicación científica, sea siempre cauteloso de los elementos humanos, y comunique tan conciso, convencional y claramente como le sea posible. Hablar sobre la investigación científica no es más difícil, que otras cosas que usted haga. Es como si uno estuviera construyendo una casa. Si usted tiene los materiales que necesita y el conocimiento de cómo poner todo en su sitio, es sólo una cuestión de trabajo pesado.  Los materiales vienen de su propio estudio e investigación. 

Cualquier intento de comunicar en la ciencia es infructuoso sin un contenido valedero. Una vez están disponibles las ideas y datos de calidad, usted los pone junto con las habilidades básicas de la comunicación científica. Como mencioné antes, el trabajo pesado es el suyo. El desarrollo de las habilidades de la comunicación requiere de la combinación de una actividad física y otra mental.  Como cualquier actividad parecida, requiere de ejercicio regular o práctica para lograr la perfección.  

En el caso de nadar, usted no puede pedir simplemente que otra persona le diga como hacerlo, seguir esas instrucciones y ganar la medalla de oro en las Olimpíadas la primera vez que usted nada.

Lo mismo sucede con la comunicación científica, sólo con una práctica continuada puede usted desarrollar y mantener las habilidades necesarias.  Una vez usted se sienta cómodo con esas destrezas, es que usted podrá disfrutar al hablar frente a un auditorio. Antes que nada, usted debe decidir su propósito u objetivo. ¿Por qué está usted hablando de determinado tema? Obviamente que numerosas motivaciones estimulan su comunicación.  

Los estudiantes a menudo dicen que sus propósitos son simplemente para llenar requisitos. Probablemente su razón sea que usted escribió una tesis y tiene que defenderla para graduarse. O que usted quiere dictar una conferencia para ganar prestigio.  Todos esos son buenos propósitos. Pero realmente el propósito de una charla o conferencia va más allá de  esas metas.  

Un propósito general es el intercambio de conocimiento científico, y su propósito específico dependerá de su tema y de su auditorio.  Mientras más específicamente usted define su propósito, más fácil será su tarea. Cuando usted ha definido el por qué usted quiere comunicarse, su próxima tarea será cómo. 

Cualquier comunicación, y en especial en  el intercambio de información entre científicos, es una cuestión de preguntas y respuestas.  Responder la pregunta antes de que sea planteada a menudo impide muchos problemas.  En la comunicación científica el plantear las preguntas es el fundamento para el descubrimiento; el proveer respuestas a sus colegas y a las generaciones futuras, añade conocimiento al conocimiento y mantiene el progreso científico con vida.  Desde ¿Cómo está? o ¿Qué pasa? a ¿Hemos descubierto el fósforo en palito? o ¿Qué tan importante es la preservación del maco pepén? las preguntas forman el fundamento para la comunicación, sean que dichas preguntas se hayan planteado o no.

Si alguien no se hubiera preocupado por hallar respuestas, la ciencia estaría en graves problemas.  A medida que usted considere una charla o conferencia para sus colegas, decida cuáles preguntas tienen ellos en sus mentes y en la suya,  y cuales usted puede y debe contestar. Todas las formas de comunicación científica tienen mucho en común. Las variaciones en contenido y organización son impuestas por las preguntas de auditorios diferentes y las respuestas que usted de.  

Un auditorio compuesto por niños de sexto grado no hará las mismas preguntas que los colegas en su disciplina, pero usted puede cubrir el mismo tema para ambos grupos. En adición a las preguntas por un auditorio dado y las convenciones que se han desprendido del lenguaje, su éxito en la comunicación  dependerá en saber quién es el auditorio, saber su tema y propósito, y reconocer sus propias habilidades y convicciones.   A medida que usted se desarrolla como profesional de la salud, recuérdese periódicamente acerca de los fundamentos de esa ciencia y los fundamentos de una comunicación exitosa.  

Visualice su auditorio y considere su tema y propósito para lograr la comunicación. ¿Cuáles son las preguntas que hará el auditorio y cómo puede usted contestarlas mejor? ¿Cuáles son los medios de apoyo que puede usted utilizar para transmitir su mensaje de la mejor manera?  Cada individuo comunica de manera diferente; por lo tanto, usted necesita pensar en usted y  en sus propias capacidades.  La actitud es tan importante en la comunicación científica como en todas nuestras actividades y logros.

Si usted odia hablar en público, nunca lo hará bien. Si a usted le gusta hablar en público  y encuentra que todo lo que dice es una verdadera delicia, usted tampoco se comunicará bien.  Una actitud científica de confianza pero con un poco de autocrítica y una pizca de humildad, puede formar la base que usted necesita, para lograr conferencias exitosas.

Permítase ser creativo, pero mantenga un elemento de control científico en sus composiciones. Usted tiene que creer en lo que está haciendo y en lo que está diciendo. La inteligencia y la personalidad son buenas, pero cuando usted se tiene que meter en los detalles de una presentación científica, usted tiene que tener convicción.  Esta dedicación puede llevarlo lejos en su profesión y siempre se notará en su forma de comunicación. 

No juzgue mal a su auditorio, ellos pueden decir cuando usted los está allantando, cuando a usted no le importa, y cuando usted no cree en lo que está diciendo.  Usted puede aprender reglas de comunicación, usted inclusive podría ser muy buen actor, pero sin algo de habilidad, integridad y sinceridad, sus esfuerzos en la comunicación se quedarán cortos. 

La comunicación efectiva de la información científica es importante no solamente para el desarrollo de la carrera de un profesional de la salud, sino también para facilitar la enseñanza de otros.  Un profesor efectivo en el área de las ciencias de la salud debe ser un conferencista bien organizado y articulado, que transmita a sus estudiantes la chispa del entusiasmo que los motive a aprender.  Más aún, los profesionales de la salud o para hablar con propiedad los científicos (aunque usted no lo crea usted es uno) como comunidad tienen la responsabilidad de comunicar el significado de sus hallazgos y conocimientos científicos al público.  

Esto es esencial si usted desea convencer a su auditorio de que el apoyo continuo en todo sentido a la ciencia, es crucial para mantener y mejorar la calidad de vida de la humanidad. Es por esta razón que solo aquellos que son dictantes o conferencistas efectivos pueden explicar  ideas científicas clara y comprensiblemente. Para mí es asombroso e inconcebible la muy poca atención se le ha prestado al hecho de instruir a los jóvenes profesionales de las ciencias de la salud, en el arte y ciencia de una conferencia o presentación científica verdaderamente impactante, es decir, que cumpla con el objetivo de que el mensaje llegue al auditorio.  

Las profesiones de la salud llevan implícitamente una importante función docente y de comunicación de la que muchas veces  no somos conscientes. Habitualmente no tenemos preparación para ello por lo que nos limitamos a guiarnos por el instinto.  Las presentaciones gráficas o audiovisuales se han convertido en una de las formas de comunicación científica más importante en la actualidad. Su objeto  es captar el  interés de la audiencia de forma que consigamos transmitir un mensaje.

Los avances de los medios informáticos han ido poco a poco sustituyendo a las clásicas presentaciones audiovisuales. Cuando las computadoras se introdujeron en las empresas, colegios y universidades por primera vez, los sistemas de computación, al no utilizar entornos gráficos, no podían realizar las presentaciones.  Años después con la aparición y perfeccionamiento de las plataformas gráficas, las computadoras comenzaron a estar capacitadas para desarrollar este tipo de trabajos, pero chocaban de frente con el obstáculo que representaba el hecho de que, solo podían presentarse frente a un reducido grupo de espectadores, 4 ó 5 como máximo.  

Actualmente, los proyectores de data-video han solucionado este problema y una presentación realizada a través de una computadora, puede exponerse para ser vista por un gran número de personas gracias a estos nuevos instrumentos. Los nuevos medios electrónicos, que permiten realizar presentaciones gráficas impactantes, con herramientas multimedia, junto con las posibilidades de publicar en la Web, hacen que esta forma de presentación sea universalmente aceptada.  .

0 comentarios