La Comunicación
Los elementos que integran la comunicación, cualquiera que sea la naturaleza de ésta, son los siguientes:
Emisor. El que dirige la acción por medio de la palabra.
Receptor. El que responde al diálogo, lo enriquece y lo aplica.
Mensaje. El conjunto de ideas o tema del que se dice algo.
Código. Sistema de signos, señales y reglas verbales, no verbales y visuales, comunes al emisor y al receptor.
Canal. Es el instrumento, método, técnica, estrategia o práctica que se emplea para presentar, integrar, discutir, crear, evaluar o solucionar temas comunes.
Contexto. Son las circunstancias históricas, culturales, éticas, científicas, recreativas o similares en las que se da el mensaje.
Retroalimentación. Es la interacción pragmática entre el emisor y el receptor, que permite conocer el alcance, efectividad y asimilación del conocimiento.
Ruido. Son los factores externos o problemas circunstanciales que afectan a los elementos anteriores.
Es tan esencial que en la comunicación existan estos elementos, que, cuando la misma falla por cualquier circunstancia, hay que atribuir la causa a deficiencias relacionadas con uno o más de ellos. La habilidad de quien comunica no consiste, en dar órdenes al amparo de la posición o autoridad que se sostenga, sino, en poner a los miembros del auditorio o destinatarios del mensaje, en condiciones de aceptarlas o cumplirlas, más por convicción y razonamiento, que por la jerarquía de quien las emite.
Para poder lograr esto, es necesario controlar continuamente a los elementos de la comunicación, conociendo ante todo, al auditorio o receptores de las comunicaciones transmitidas, previendo y valorando las reacciones de éstos, para estar seguros no solamente de que el mensaje sea comprendido, sino que mediante él, se emprenderá la acción deseada.
0 comentarios